fútbol sala europeo de eslovenia

Ricardinho desafía al eterno campeón

  • España busca su octavo título europeo ante Portugal, liderada por el considerado mejor jugador del mundo

El Arena Stozice de Liubliana será el escenario de otra final de la selección española (20:45), actual campeón de Europa y ganador de siete de las diez ediciones del torneo, desafiado en la lucha por el oro por Portugal y Ricardinho, el designado mejor jugador del mundo que busca su primer título contra el mejor equipo del continente.

Es el momento por el que ha peleado tanto el equipo de José Venancio López desde el inicio de la competición el pasado 30 de enero, con altibajos y con una estresante y esforzada victoria en las semifinales ante Kazajistán, resuelta en los penaltis, como Portugal, vencedora de sus cuatro duelos de la fase final (dos de la fase de gripos, cuartos y semifinal) con 20 goles a favor. Liderada por Ricardinho, el futbolista más determinante del mundo, tuvo mucho mérito el triunfo del pasado jueves en las semifinales frente a Rusia, con un equipo luso que, más allá de la vigilancia a la que fue sometida su estrella, supo sufrir, reponerse y remontar con la irrupción goleadora y decisiva de Andre Coelho. El cuadro luso reaparece en una final ocho años después, precisamente desde la derrota en 2010 frente a España, ganadora entonces por 4-2 en Hungría.

Será la novena final continental para España, ganadora en siete de las ocho anteriores. Sólo perdió una, en 1999 frente a Rusia y en la tanda de penaltis. El resto fueron suyas. En 1996, 2001, 2005, 2007, 2010, 2012 y 2016. Ahora la selección quiere más: su octavo título.

España trazó un camino hasta la final con altibajos, desde su debut con errores frente a Francia (4-4) a su triunfo apurado contra Azerbaiyán (1-0). Después, doblegó a Ucrania por la mínima en cuartos de final y el jueves, en las semifinales, se impuso a Kazajistán, quizá en su mejor partido de esta edición, en los penaltis. La prórroga en ese último choque también supone un extra de carga física para el combinado nacional, aunque en la plantilla coinciden en que llegados a este punto ya "no hay cansancio, sino ilusión". "No se juega una final europea todos los días. El equipo está con mucha ambición y de nada sirve todo el gran esfuerzo que hemos hecho sino es con la victoria el sábado", apuntó Bebe. "No hemos venido para llegar a la final, hemos venido para ganarla", insistió Joselito, a las puertas del partido definitivo de la Eurocopa 2018 frente a Ricardinho y Portugal, que persiguen su primer título continental y desafiar la hegemonía de España.

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