Ser abonado del Málaga o habitual espectador de La Rosaleda tiene un premio añadido esta temporada. Ya no sólo por los buenos números cosechados por los de Tapia en su feudo (siete triunfos, tres empates y dos derrotas), sino por la cantidad de goles presenciados. En total, sumando los 22 a favor de los blanquiazules y los 15 encajados, son 37, una cantidad que eleva a Martiricos al cuarto estadio de la Liga donde más tantos se aprecian, una media de apenas tres dianas por partido.

El recinto más espectacular en ese sentido, cómo no, es el Camp Nou, donde la media de dianas por encuentro es de 4,25. Un total de 51 que, además se reparten entre 43 del Barcelona y ocho de los visitantes. Le siguen, no muy de lejos, Mestalla, la próxima visita del Málaga, con 48. Con uno menos está el Bernabéu, justo el predecesor de La Rosaleda.

En el reverso de la moneda los datos llevan a un viejo conocido de la afición, Juan Ramón Muñiz. Y es que en El Sardinero únicamente se han visto 20 goles a lo largo de los diez encuentros allí jugados. Además de que la media hable de dos tantos por encuentro, se da la circunstancia de que la distribución de goles a favor y en contra es la misma, la decena, por lo que apostar a un empate a 1-1 cuando los cántabros actúan como locales es casi garantía de éxito.

Por el momento, sólo una vez los presentes en el templo del malaguismo se han quedado sin ver gol alguno. Ocurrió precisamente en la primera jornada de la temporada en casa, cuando el conjunto de Antonio Tapia no fue capaz de hincarle el diente al Athletic de Joaquín Caparrós. Desde ese momento, siempre se han estrenado las redes y, lo que es más importante, en todos los encuentros salvo en la visita al Valencia el Málaga fue protagonista de al menos uno. De hecho, el cuadro blanquiazul acumula nueves jornadas ininterrumpidas perforando al menos una vez la meta contraria. Aunque los aficionados aún se relamen pensando en la borrachera de goles vista el pasado domingo en la visita del Almería, el mayor éxtasis tuvo lugar el 30 de noviembre, cuando el Málaga cosechó una goleada inesperada ante Osasuna por 4-2. Inesperada porque al término de los primeros 45 minutos el marcador no se había estrenado.

Si a veces los elogios no dejan de ser un dato subjetivo, el hecho de que en La Rosaleda se vean más tantos que en 16 de los restantes de la Liga no deja de ser un termómetro ideal.