CB Canarias - Unicaja · la crónica

Y Saúl dio la puntilla (97-92)

  • Una desconexión al inicio del último cuarto le cuesta al Unicaja una derrota dolorísisima en Tenerife. El escolta, dos años y medio sin pena ni gloria en Málaga, decidió (19 puntos).

No había coartada posible. Se había tirado el partido del jueves de Euroliga, se había dosificado a jugadores, se les había mentalizado para ayer. Era un partido de victoria o victoria. Y el Unicaja se dejó llevar por el arrullo canario, el juego alegre en ataque y despreocupado defensivamente del CB Canarias. Justo el día en el que debía dar un paso adelante, hacer su juego. Lo pagó con una derrota (97-92) de consecuencias insondables, que elimina cualquier margen de error de aquí al final de la temporada regular. En un combate a comprobar quién mete más puntos, cuando al equipo que ha modelado Repesa le conviene jugar a ver quién mete menos, el Unicaja fue cazado en la trampa amarilla. 

El nudo del partido estuvo en el comienzo del último cuarto. Hasta entonces el encuentro se había movido con cánones de igualdad. Un estirón canario antes del descanso (45-37) fue tapado tras 20 minutos (49-49). Era un indicio de por dónde marchaba el encuentro. Ha habido partidos en los que el Unicaja ha recibido pocos puntos más. Ha derrotado al Panathinaikos dejándole en 60 puntos. Al Maccabi en Tel Aviv concediéndole 62 o al Efes en Estambul sólo permitiéndole 64. Quizás el decorado motivara menos, pero la exigencia era mucho mayor. Y ayer encajó 97. Admitiendo el mérito del CB Canarias, cifras intolerables para un equipo que basa su fortaleza en el poderío defensivo. Hasta ayer, lo máximo que había recibido este equipo en más de 50 partidos oficiales a las órdenes de Repesa eran 91. En un día capital para el futuro se encajan 97. Es cierto que el criterio arbitral en la primera parte castigó mucho cualquier contacto y que pudo invitar a la laxitud. También que Dragic es más importante de lo que parece por su nivel defensivo. Pero eso no justifica todo. 

Hizo daño ver cómo fue Saúl Blanco, dos años y medio en Málaga sin pena ni gloria tras una inversión bastante importante, quien apareció para decantar el duelo. Igual el esloveno le hubiera hecho más daño. Junto con otro jugador vinculado a esta tierra, Ricardo Guillén, tan parsimonioso como talentosos, aún operativo a sus 36 años. Marchaba el partido en el alambre (67-66) cuando el Unicaja se desenchufó. Fue un apagón de tres minutos, que costó el encuentro. Un parcial de 11-0 con dos triples de Saúl para iniciarlo. Cuando el Unicaja quiso despertar del aturdimiento allí estaba Guillén, para castigar las grietas defensivas con una canasta cerca del aro y un triple con su mano de seda. En un pispás, 83-68 a falta de cinco minutos. 

Repesa le tiene fe a Williams, que ha dado motivos para ganársela, pero ayer el estadounidense estaba fuera. Con un apósito en su mano de tiro, parecía no estar cómodo. No era normal que lanzara tres triples que no tocaran ni aro. Pero fue persistente el croata con Williams, quizá esperando un brote posterior de sus musas que no llegaría. Sin Fran Vázquez de nuevo, esta vez por problemas de amigdalitis, la rotación interior se redujo. Y Perovic ayer resultó calamitoso. Ante oponentes con los que debe imponer su superioridad de altura para anotar y sin contrarios de especial intensidad, erró casi todos los balones claros de los que dispuso para meter. 1/6 en tiros de dos, resume bien la actuación del serbio, que no da razones a Repesa para darle más minutos. Urtasun estuvo entonado al principio y al final, con 20 puntos. 

Con todo perdido, Andy Panko enlazó siete puntos para abrir una espita de esperanza (85-78). Extremando y jugando con el reloj y los tiros libres que el Canarias anotaba con una precisión impresionante (30/32), el Unicaja, después de robo de Urtasun y canasta de Simon, se colocó a tan sólo dos puntos a ocho segundos del final (94-92). Se le hizo falta a Saúl Blanco, quien metió el primero y falló el segundo. Pero el error del asturiano no fue castigado porque el rebote cayó del bando local. Ahí se esfumó la última opción para ganar un partido que se había escapado ya antes, en una imperdonable desatención de tres minutos que costó una derrota muy dañina. Cuando todos pensábamos que la alegría había vuelto tras ver al Carpena hacer la ola ante el Caja Laboral, ahora el asunto vuelve a estar muy complicado. El play off está muy difícil a seis jornadas del final.

Ficha técnica:

97. CB Canarias (24+25+14+34): Uriz (5), Blanco (19), Rost (16), Sekulic (6), Donaldson (7) -inicial-, Guillén (12), Richotti (17), Biviá (1), Chagoyen (4) y Lampropoulos (10).

92. Unicaja (24+25+13+30): Williams (-), Panko (15), Sergi Vidal (6), Urtasun (20), Zoric (16) -inicial-, Simon (13), Lima (8), Calloway (10) y Perovic (4).

Árbitros: Jiménez, Calatrava y Martínez-Fernández.

Incidencias: Pabellón Insular Santiago Martín. 4.036 espectadores, según datos facilitados por el club.

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