No están ni el Unicaja ni el Alta Gestión Fuenlabrada como para prestar atención a factores que no tengan que ver única y exclusivamente con el encuentro que les medirá mañana. Ambos sobreviven en la ACB con un pobre balance de tres victorias y seis derrotas y vivirán el choque como una gran oportunidad para engancharse a la lucha por la Copa o para comenzar a salir de la zona baja, según sea el caso.

Pero en la cabeza de sus técnicos habrá un recuerdo, el de aquella final ACB de la temporada 1997/98 en la que el TDK Manresa se impuso al Tau por un sorprendente 3-1. Era la primera campaña de Sergio Scariolo y Luis Casimiro en la ACB. Para el italiano supuso su primer varapalo importante en España y para el manchego, su mayor éxito hasta el día de hoy.

Scariolo rememora aquella final: "Evidentemente, me trae malos recuerdos. Llegábamos después de haber arrasado en la liga regular y en el play off y al descanso del primer partido, en Vitoria, ganábamos por quince puntos, pero nos relajamos y nos ganaron después de forzar la prórroga. Eso nos llevó a un estado de nerviosismo del que no pudimos salir en toda la serie y a ellos les dio aún más tranquilidad de la que ya tenían. Tenían un gran equipo y nos ganaron por mérito propio".

En aquel TDK jugaba Jesús Lázaro, que años después se retiraría en Málaga estando a las órdenes de Scariolo. El base conoce bien a ambos técnicos. "Son dos entrenadores distintos, pero los dos son técnicos de gran nivel. A Sergio le gusta mucho estudiar todos los detalles que rodean un partido, es un entrenador muchísimo más táctico. Por el contrario, a Luis le gusta que el jugador se exprese en la pista; son francamente distintos", razona.

Los enfrentamientos entre Casimiro y Scariolo se resumen en cuatro etapas: ocho duelos entre TDK y Tau, dos entre Real Madrid y Cáceres, cuatro entre Pamesa Valencia y Real Madrid y otros cuatro entre Alta Gestión Fuenlabrada y Unicaja. La igualdad es extrema y después de 18 enfrentamientos, el balance es de nueve victorias para cada uno. Mañana, en Fuenlabrada, se romperá el equilibrio.