El Sevilla derrotó ayer por1-3 al Stuttgart en un partido en el que pasó, en apenas unos instantes, del sufrimiento a la fiesta de goles. Y es que en los primeros 20 minutos del partido nadie se hubiera atrevido a pronosticar que el Sevilla terminaría goleando. Aun así, los de Manolo Jiménez lograron su tercer triunfo consecutivo en la Liga de Campeones y acarician el pase a octavos de final.
El Sevilla, por medio de Squillaci, abrió el marcador con el primer disparo a puerta tras pasar por una fase en la que tuvo que sufrir mucho ante un Stuttgart que le había impuesto su sello al partido, llegando mucho por las dos bandas y guiado por un Aleksander Hleb que gozaba de demasiadas libertades.
Los ataques se hicieron sevillistas y el segundo gol llegó a través de Jesús Navas. Luego apareció otra vez Squilacci con otro gol de cabeza que precedió a un intento de remontada del Stuttgart, que acortó distancias con un tanto de falta. Pese a las acometidas alemanas, se mantuvo el marcador.
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