SAMUEL GARCÍA SÁNCHEZ. jugador del málaga cf

"Sigo viviendo en La Luz y saludo al mismo que hace cinco años"

  • El fútbol, como la vida, es un tobogán y Samu, protagonista con su decisivo gol al Betis, lo sabe bien El malagueño relata su carrera desde que rechazara emigrar con 14 años el Chelsea o al Glasgow Rangers

Samu es el chico de moda en el malaguismo tras su desequilibrante gol en el descuento ante el Betis. El fútbol es un vaivén y pocos pueden hablar con más propiedad que él. Con 14 años le querían Chelsea y Glasgow Rangers, con 19 estaba en Tercera con el Alhaurino y con 23 decidió un partido de Primera en La Rosaleda. Altos y bajos en la todavía incipiente carrera de Samu, cuyas experiencias en Gran Bretaña fueron relatadas tiempo atrás por este periódico, a través de su especialista, durante varios años, en fútbol base, Miguel Ángel Hurtado. Samu dice que en su día se arrepintió muchas veces veces de rechazar al propio Mourinho y que se vio trabajando en cualquier oficio para ayudar a la familia, pero se ve con ganas para coger el tren que está pasando ahora mismo por su puerta.

-Habrá repetido en su cabeza muchas veces estos días su gol ante el Betis. ¿Lo ha fallado alguna?

-No, aún no he fallado, pero creo que de tanto darle vueltas alguna se va a ir fuera (risas).

-¿Llega a contactar con el interior para poder a asegurar la volea?

-Sí, sí, le pego de interior, fuerte, pero asegurando. El portero venía corriendo y también había un defensa cerca y creí que tenía que darle fuerza al remate. Pensé que como saliera flojita y mordida no entraba... Mejor no, con el interior y fuerte y a lo que salga.

-¿Y salió para donde quería?

-Exactamente ahí, perfecta.

-¿Se hace largo ese segundo en el balón toca el larguero y cae llovido? ¿Da tiempo a pensar muchos posibles remates?

-Se me pasó rápido, fíjate que ni me acuerdo bien de la jugada. Remata Porti, se va al larguero y me cae. De lo demás ni me acuerdo. Me volví loco y no sabía ni lo que pensaba. Mi siguiente recuerdo es con todos en el suelo encima mía.

-¿Recompensa momentos así todas la fatigas?

-Sí, es una satisfacción muy grande, vivirlo con mi familia, mis hermanos, mis amigos... Los míos. Esto me va a ayudar a seguir trabajando. Y le agradezco a la afición que esté ahí en todos los momentos.

-¿Sigue viviendo en La Luz?

-Sí, me compré un piso. Es mi barrio de toda la vida. Llevo siempre allí, desde pequeño y me ven como uno más. Porque soy uno más, vamos, no me siento más importante que nadie.

-¿Le ayuda a tener los pies en el suelo estar allí en su barrio de siempre?

-Eso lo tengo muy claro. Mis amigos, mi gente. Voy por la calle normal y corriente. Saludo al que saludaba hace cinco o seis años... Normalidad. Todo el mundo te lo dice. Se te arrima gente que antes ni lo hacía y es así. Pero sé quiénes son los míos, con quién tengo que ir y quién no.

-Con 19 años estaba en el Alhaurino, en Tercera. ¿Pensaba que ya no iba a comer del fútbol?

-Lo pensé, sí. Es muy complicado llegar aquí donde estoy ahora. Tengo que agradecer al mister y a Fabio [Celestini, segundo técnico] la oportunidad que me han dado. Muchas veces pensaba yo que se me había escapado el fútbol de alto nivel y de élite y que debía ponerme a trabajar y ayudar en mi casa para que no faltara para comer.

-¿Algún trabajo concreto?

-Lo que me saliera. Desgraciadamente no tengo estudios, tengo que decirlo. Se me pasaron muchas cosas por la cabeza.

-¿Y le dio muchas vueltas al coco por cuando fue a Glasgow y a Londres y le querían Rangers y Chelsea cuando tenía 14 años y lo rechazó?

-Sí, muchas. Cuando estás ya en Tercera en el Alhaurino... '¿Y si me hubiese quedado en Inglaterra cuando me dieron la oportunidad?' Muchas veces me hacía la pregunta. Pero mirar atrás tampoco valía de mucho, sólo adelante. Y aquí estoy, ahora no va mal la cosa.

-¿Le valió, en cualquier caso, aquella experiencia?

-Mucho, fue inolvidable. Recuerdo tiempo atrás y me está ayudando mucho. No me vi con fuerzas entonces. Era cambiar de país, clima, familia, amigos... Tenía 14 años, no tuve esa valentía para dar el paso de irme.

-Habló con usted Mourinho.

-Mantuve varias conversaciones con él. Estaba a prueba y era el único jugador de la cantera [en los campos de Cobham] al que dejaban desayunar y comer con ellos, con los que estaban entonces en el primer equipo: Terry, Lampard... Y sí, Mourinho habló un par de veces conmigo.

-¿Y qué le decía?

-La verdad es que tampoco la recuerdo perfectamente, estaba algo nervioso (risas). Que les gustaba, que me quedara allí, que cuando cumpliera 16 años podía debutar en Stamford Bridge si trabajaba bien...

-En Glasgow tampoco lo vio claro.

-No me convenció tampoco, un poco por lo mismo. Mucho frío, era muy pequeño... No sé. Dentro de lo que cabe me arrepentí, pero bueno, tampoco me martirizo.

-Y vuelta al Conejitos.

-Volví a mi equipo de siempre. Jugaba como yo quería y en el fondo no me fue mal.

-Acaba la edad juvenil y llega la realidad. ¿Cómo fue el año del Alhaurino?

-Fui a darlo todo, a intentar hacer un año bueno y llamar la atención positivamente. Sabía que probablemente era mi última carta para que me saliera un equipo bueno. Siempre sueñas con el Málaga, con el equipo de tu ciudad. Y, bueno, me salió el filial. Pero me acuerdo mucho del Alhaurino, claro, si estoy aquí es por ellos también.

-Y tres años en el filial.

-Ésta iba a ser mi cuarta temporada. Ya veía que tenía que salir de aquí. Si tenía la oportunidad de hacer la pretemporada, pues me la jugaba. Pero ya estaba mentalizado de que debía irme a otra ciudad u otro país. Pero entonces me avisan Arnau y Manel Casanova. No sabía si me quedaba o no, sabía que iba a Alemania, como aquel que dice, a rellenar, a completar el plantel. Ya era cosa mía si podía demostrar algo y convencer al mister.

-Hablan todos los jóvenes de Celestini y de su ayuda.

-Es de agradecer cómo nos trata. Él y Schuster tienen lo que hay que tener para ponernos a los jóvenes. Es fácil decirlo, pero hacerlo no tanto.

-¿Habla mucho con Schuster o delega más en Celestini?

-Schuster habla también, pero con Fabio tenemos muy buena relación. Es muy cercano y nos ayuda mucho.

-Después del subidón del Betis llega la normalidad. Viene la visita a Granada, con Roque y El Hamdaoui entre algodones. ¿Se ve con opciones de titularidad?

-Siempre estoy dispuesto para jugar. Estamos Juanmi y yo por si no se recuperan y cualquiera que salga lo hará bien.

-Juanmi se ha enganchado a la rueda. La delantera que acabó ante el Betis fue Juanmi-Samu.

-Lleva desde que empezamos trabajando muy duro y se lo merece. El mister lo está viendo. Si no estuviese como él quisiera no lo metería. Y está siendo justo y le está dando minutos.

-De no convocado la semana anterior a ser titular en uno de los templos del fútbol. ¿Cómo fue la experiencia del Bernabéu?

-Inolvidable. No se puede explicar, hay que sentirlo. Cuando me lo dijo el mister no me lo creía, me pellizcaba. '¿Es verdad esto que me está pasando?', me preguntaba.

-¿Da tiempo a disfrutar en el césped pese a la derrota?

-Sí, totalmente. Corrí mucho, como pocas veces en la vida. Aunque desde fuera tuve algunas críticas porque parecía que no. Pero disfruté mucho. Tuve poco balones, pero lo poco que toqué fue muy emocionante.

-¿En quién se fijaba mucho cuando joven?

-Salva Ballesta, me fijaba mucho en él. Mira, ahora entrena al filial y por poco no coincidí con él. Ahora, Cristiano y Messi son increíbles.

-¿Y su posición? Le vimos en punta, un poco más atrás, tirado a banda...

-El año pasado me colocaron por primera vez en punta, siempre había jugado en banda o mediapunta. Por preferir, más en la banda para arrancar desde allí, pero donde quiera el mister ahí jugaré yo.

-¿Cómo es compartir posición con Roque Santa Cruz?

-Es un fenómeno. Piensas que un tío que ha jugado varios Mundiales, tantos años en el Bayern y en el Manchester City... Pues que va a estar subido. Y no. Siempre pendiente de nosotros, siempre tiene un consejo. Una persona normalísima. Como Van Nistelrooy. Todos los que le tratamos lo recordamos.

-Leíamos una crónica de 2005 en el suplemento Campeones de este periódico, de un 7-1 con el PTV Conejitos al Torre del Mar con un hattrick suyo en 20 minutos. ¿Se veía entonces jugando arriba?

-Sí (risas). Recuerdo ese partido. Ahora miras para atrás y no me lo creo. Soñaba con jugar con el Málaga en el Bernabéu y el Camp Nou. Y se va cumpliendo.

-Usted sabe lo que cuesta llegar donde está. ¿Recuerda algún campo complicado en los que jugó en categorías inferiores ahora que lo hace en grandes escenarios?

-El de Álora. Recuerdo un partido con el Conejitos allí que hicieron un amago de bajar desde la grada varias veces. Y había bastante gente allí metida.

-¿Se pega tanto en Tercera como Divsión se dice? -Se pega, se pega. A veces demasiado. Hay muchos jugadores veteranos y a veces se abusa. Juegas más tranquilo en el Bernabéu (risas). Aunque, claro, se nota la diferencia con Pepe o Sergio Ramos. La colocación, el cuerpo a cuerpo, la velocidad...

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