Málaga c. f.

Tapia impone su ley

  • Tras tres días de descanso, el técnico 'regaló' a la plantilla una paliza física de 75 minutos por la mañana · En el ensayo vespertino dio una charla de unos 20 minutos para que no bajen el pistón tras el 0-4 en Huelva

Los supervivientes de la primera época de Tapia en el banquillo aún recuerdan el trabajo que le costó al técnico conceder dos días de descanso tras vencer por 1-3 en Albacete, un triunfo que daba la salvación virtual y que poco antes se antojaba quimérica con Gregorio Manzano. Por ello, no les sorprendió el regalito que les esperaba ayer después de tres días de descanso consecutivos. 75 minutos de paliza física por la mañana y unos 90 por la tarde de intensidad camuflada con balón fueron la forma elegida por el de Baena para recordar a los suyos que el 0-4 en Huelva no puede despistar al grupo: aún queda mucho para lograr la salvación.

De hecho, en el ensayo vespertino el entrenador estuvo reunido con su plantilla por espacio de unos 20 minutos para recordar la importancia de tener los pies en el suelo, por más que los 90 minutos de Huelva fueran esplendorosos.

Como la cara no es sólo espejo del alma, sino también del cansancio, Helder y Jesús Gámez reflejaron especialmente la erosión del circuito de sprints y carrera continua diseñado por el cuerpo técnico en el anexo por la mañana. Su expresión pedía a gritos un descanso. "Estoy muerto", llegó a reconocer el luso tras el entrenamiento. Incluso Albert Luque, mitad en broma, mitad en serio, llegó a espetar un "relájate, Quique" al preparador físico, Enrique Ruiz, durante la sesión. Lo único positivo -precisamente muy disfrutado por el delantero catalán- fue el clima de trabajo, ya que la lluvia caída permitió una buena oxigenación, algo muy recomendable para esfuerzos de alta carga.

Resultó curioso ver la distinta tolerancia de los futbolistas al trabajo dispuesto por Antonio Tapia. Sólo Ibán Cuadrado, Pere Martí y Fernando optaron por ejercitarse con chaquetón. El más bravo, sin duda, fue Weligton, que se empleó con su camiseta corta arremangada.

A pesar de ello, nadie en la plantilla se sorprendió de lo sufrido. "Ha sido muy duro, pero nos esperábamos lo que nos hemos encontrado", aseveró Helder. Por su parte, Calleja prefirió un mensaje más positivo: "Ha sido un entrenamiento de gran esfuerzo físico, pero empezamos la semana con muchas ganas y mucha ilusión".

Aunque el parón no parecía muy idóneo para el Málaga dado que había enhebrado dos victorias seguidas en Liga, existe confianza en retomarlo ante el Getafe, pese a que ahora el listón del equipo se ha elevado súbitamente. "Hay un equipo entregado, comprometido, que va superándose y haciendo las cosas mejor. Ganar el domingo tendría una importancia muy grande, serían tres victorias consecutivas y ahora mismo en el fútbol eso es muy complicado. Jugamos en casa y vamos a por la victoria", especificó el interior madrileño.

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