El club vive las horas finales en la redacción de su apelación ante el TAS (Tribunal Arbitral del Deporte) para conseguir que la sanción de la UEFA de un año sin jugar competición europea quede en agua de borrajas. Después de que el abogado elegido para articular la defensa, Juan de Dios Crespo, trabajara por su cuenta en las posibilidades del club y las líneas maestras a seguir, ayer se celebró un cónclave en Madrid con dirigentes del Málaga para aunar criterios y perfilar los últimos remates del escrito.

El director general de la entidad, Vicente Casado, con representantes de los servicios jurídicos con los que suele trabajar, compartió cita en la capital de España con Crespo. Existe fe ciega en que el letrado sea pieza importante para convencer al tribunal de Lausana de la inocencia del club en los cargos que le imputaba la UEFA, que aludía en el informe de su inhabilitación a una interpretación de las relaciones con la Agencia Tributaria. Crespo, a su vez, cree factible revocarla por los precedentes que le han avalado en otras apelaciones que ganó al TAS, aunque reconoce que hay que ser cautos debido a que se trata de una sanción pionera referente al nuevo marco del juego limpio financiero.

En las próximas horas se producirá el desplazamiento hasta tierras suizas para alojar el documento y empezará formalmente el plazo para que sus miembros lo estudien con detenimiento. El periodo habitual de estudio suele ser de unos tres meses, lo cual prácticamente coincidiría con el final de competición, así que el Málaga tendrá que seguir luchando por obtener una plaza europea a la espera de conocer la decisión.