Liga ACB

El Unicaja sabe sufrir (90-78)

  • El Meridiano complicó la vida a los de Chus Mateo y exigió un buen segundo tiempo de los malagueños. Perdían por ocho en el minuto 22, pero los veteranos, Fitch y Freeland aguantaron.

Por Málaga han pasado este año bastantes equipos peores que el Meridiano. La posición que ocupa en la tabla, no obstante, habla de un bloque en problemas, con sólo una victoria de margen sobre el descenso. A la fuerza ahorcan y el conjunto alicantino, contra el que hace poco más de un lustro el Unicaja libraba batallas por la gloria, apretó las clavijas y exigió una buena versión del equipo de Chus Mateo en la segunda mitad para que la victoria se quedara en Málaga (90-78) y no se esfumaran buena parte de las opciones de jugar el play off.

Gana el Unicaja, cumple con la parte mínima del trato que supone vencer en casa para jugar las eliminatorias por el título. Es evidente que es objetivo menor, dado por supuesto en la última década. Pero las circunstancias lo han convertido en un objetivo de mayor calado. En verano ya habrá tiempo de reflexionar, analizar y depurar responsabilidades en los distintos estamentos, pero ahora toca amarrar la presencia entre los ocho mejores. Habrá quien lo observe como una mediocridad con el presupuesto que maneja el Unicaja, pero hay muchas cosas en juego, la pervivencia en Euroliga por ejemplo, para no desdeñar tal labor. Tal obligación.

En el minuto 22 de partido, el Meridiano dominaba por ocho puntos (42-50). Una derrota oscurecía hasta el negro el panorama. Tuvo temple el Unicaja para tenerse en el partido, asido a la doble F (Fitch-Freeland) y la sabiduría de su núcleo de veteranos, que supo romper el encuentro en su momentos. Tuvo paciencia también la afición, que hace tres meses y con otro inquilino en el banquillo hubiera transformado los aplausos y los ánimos de ayer en murmullos y silbidos. La afición, exigente con frecuencia en los últimos años, ha comprendido también la situación. Sabe que su equipo le necesita y ha optado por hacer tabla rasa. Otra cosa será la temporada próxima.

El Unicaja supo desde el comienzo que las advertencias de Chus Mateo durante la semana no eran falsas alarmas. El partido no se ganaría ni en el minuto 20 ni en el 30. El Meridiano, bloque compacto y veterano, sabe jugar al baloncesto y está bien entrenado.

No hay excusas para el Unicaja, que debe ganarle en casa en un altísimo porcentaje de las veces. Esta vez supo madurar y torear el partido el equipo malagueño. Tras un primer tiempo en el que las ventajas de los dos equipos no superaron los cuatro puntos (salvo un 10-4 fugas) y con fabuloso porcentaje de tiro visitante (56% en tiros de dos y 67% en triples), el duelo estaba en el alambre al descanso (42-45). Blakney, comiéndole terreno a McIntyre, había jugado buenos minutos con acierto en el tiro (acabó con 13 puntos sin error).

El Unicaja subió algún grado la intensidad de la defensa, que no había sido mala porque algunas canastas alicantinas fueron al filo de la bocina, pero sí mejorable. Fortificó el rebote (33-24), una obsesión de Mateo desde que llegó y que da la razón a su decisión de elevar la estatura de la plantilla. Pudo correr algo más y tuvo tino. Hasbrouck encendió la alarma (42-50) y ahí terminó de despertar el Unicaja.

Igualó el partido el equipo malagueño (55-55) y empezó a romperlo con un quinteto con kilos de veteranía: McIntyre-Berni-Jiménez-Garbajosa-Archibald. Todos por encima de la treintena. Una jugada. Balón dividido, Archibald se tira al suelo, lo salva y saca para Berni, que asiste a Garbajosa. Triple y puño en alto (65-57). Es el único triple que metió de los cuatro que tiró. Le siguió McIntyre con otros dos para culminar un parcial de 19-6 (76-63).

Fitch y Freeland dieron el último impulso de vitalidad. Porque el Meridiano nunca se rindió hasta que el escolta norteamericano selló el triunfo con un triple a falta de 40 segundos (87-78).

Se necesitó una aportación coral, de nuevo, para ganar el partido. La concentración y la intensidad no deben abandonar a este equipo, que ahora tiene una prueba de madurez en los cuatro últimos partidos, tres de ellos a domicilio antes de la esperada presencia en el play off. Para no ir con sobresaltos hará falta ganar en Valencia o Las Palmas, tests durísimos. Es el escalón que deben subir Chus Mateo y sus jugadores para creer en sí mismos y evaporar las dudas que aún siguen flotando en el entorno. Después de una matinal de Domingo de Ramos tensa, toca mentalizarse para una tarde de Domingo de Resurrección beligerante en Valencia. Es el camino, no queda otra.

Ficha técnica:

90 - Unicaja (23+19+23+17+25): McIntyre (10), Fitch (22), Almazán (2), Archibald (8), Freeland (15)- cinco inicial- Sinanovic (0), Rodríguez (4), Garbajosa (10), Blakney (13), Jiménez (3) y Tripkovic (3).

78 - Meridiano Alicante (23+22+14+11+19): Llompart (7), Hasbrouck (15), Stojic (15), Rancik (10), Andriuskevicius (5)- cinco inicial- Heurtel (7), Doellman (15), Popovic (2), Cazorla (0), Rejón (0) y De Miguel (2).

Árbitros: García González, Guirao y Sánchez Monserrat. Eliminaron por cinco faltas personales a Rancik (minuto 40) y Andriuskevicius (minuto 40).

Incidencias: Partido correspondiente a la trigésima jornada de la Liga ACB disputado en el Palacio de los Deportes José María Martín Carpena ante 7.900 espectadores.

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