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El Valencia es cosa seria

Renfroe penetra ante Rafa Martínez.

Renfroe penetra ante Rafa Martínez. / a. r. de hierro / efe

El Unicaja indultó al Barcelona el viernes, lo dejó vivo en un primer tiempo en el que era cadáver. Y aprovechó esa estela el equipo azulgrana para ver una final, que hubiera sido balsámica, cercana cuando dominaba al descanso (38-29). Pero no deja de ser un equipo endeble el de Bartzokas, lejos de su máxima potencialidad, sin demasiada confianza. El Valencia es un señor equipo, tiene claras las cosas. No se descompuso por un mal primer tiempo, tuvo entereza y supo sufrir. Y ganó (67-76).

El Valencia fue un búfalo tras el descanso. 13-30 fue el parcial de esos 10 minutos en los que cambió la suerte del partido. Había anotado 29 puntos al descanso sólo. El de Pedro Martínez es un bloque compacto, que ha llegado a la Copa sin demasiados pronunciamientos, sin el favoritismo de la edición pasada, con esa tremenda racha de invencibilidad. Y tiene empaque y profundidad. Tiene una importancia capital Bojan Dubljevic, que vertebra el ataque desde su polivalencia para jugar de cara y espaldas y para encontrar el pase preciso cuando le sobremarcan. El núcleo de jugadores españoles es esencial. La experiencia del siempre competitivo San Emeterio los mantuvo a flote en los peores momentos. Y dos triples de Rafa Martínez y la contagiosa energía de Pierre Oriola, cuya progresión merece atención, encendieron la chispa de la remontada (51-58 al final del tercer cuarto).

Parecía visto para sentencia a mediados del último cuarto (56-68) el duelo, pero el Barcelona tuvo un último arrebato (7-0 de parcial). Se le salió una bandeja a Rice para ponerse a tres. Y ahí acabó el duelo. El Valencia luchará hoy por su segunda Copa, 19 años después de la primera.

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