El malagueño Regino Hernández hizo historia ayer al ganar el bronce de boardercross de snowboard en los Juegos de PyeongChang, la tercera medalla olímpica invernal de toda la historia de España. Regino, de 26 años, acaba de unir su nombre al de Paco Fernández Ochoa -campeón olímpico de eslalon en Sapporo'72(Japón)- y al de su hermana Blanca -bronce en el eslalon de Albertville'92 (Francia)- y explicó a la agencia EFE cómo se sentía después de su espectacular gesta olímpica.

-¿Es consciente de que ha hecho historia?

Es impresionante haber ganado esta medalla para mi país y ser el primero que lo hace en 'snowboard'"Me tengo que tatuar la cara de 'Trio' [su preparador de tablas] y él se tatuará la mía. Es una apuesta"

-Hombre, la verdad es que después de 26 años ganar otra medalla para España es motivo de orgullo. Y encima en el snowboard, que España no tenía a nadie. Estaba Jordi Font, que hizo ese cuarto puesto (en los Juegos de Turín). Hacer esta medalla para mí es increíble como persona, pero pensando en mi país, también; es algo impresionante. Es impresionante haber ganado esta medalla para mi país y ser el primero que lo hace en snowboard.

-Además, en una pretemporada que empieza mal, porque usted se lesiona.

-Bueno, me lesioné al final de la temporada pasada; me hice una luxación en el hombro derecho con rotura de supraespinoso. Tuve que pasar por el quirófano y no pude hacer pretemporada hasta que estuvimos en Chile. Allí, entrenamos siete días de dos semanas por el mal tiempo. Y de allí nos fuimos a Argentina. Y en la primera Copa del Mundo paso a las finales (en Cerro Catedral, Bariloche). Y un par de errores me dejan sexto; pero el hombro estaba increíble. Y al día siguiente quedé séptimo. Ahí me di cuenta de que el hombro estaba perfecto y que yo, sin haber entrenado tanto, estaba en un estado de forma impecable. Mi preparación había sido buena, el trabajo en el gimnasio había dado sus frutos. Aquí llegué muy bien, porque aunque no estaba haciendo podios, me estaba metiendo en el top 10 casi siempre; llegué muy motivado, con muchas ganas. Voy séptimo en la Copa del Mundo y la verdad es que venía dispuesto a darlo todo. Pensando en que cuando acabase, no me quedara ni una sola gota de energía.

-El año pasado, no logró lo que quiso en el boardercross individual, pero luego al día siguiente ganó la plata por equipos (con Luki). ¿Fue ese el punto de inflexión? ¿Fue ese momento en el que se dio cuenta de que su sitio está entre los mejores? ¿O siempre lo tuvo claro?

- Yo lo tenía claro. En Sierra Nevada en la clasificación también fui tercero, como aquí. Allí por detrás de, cómo no, Vaultier; y de Luki. Y ese doble fallo que tuve en la prueba me reventó en el plano psicológico. La suerte es que como estaba en casa, pude descansar con mi familia. Me olvidé de todo y al día siguiente pude estar a tope, al cien por cien. Y lo di todo con Lucas.

-El otro día me dijo que ni era el tapado, ni el destapado. Que venía aquí a intentar meterse en la final y, luego,a intentar coger una medalla. ¿Es usted profeta?

-(Ríe). Bueno, lo parece ¿no? En principio para todo el mundo el favorito de los dos era Lucas. Pero yo sabía que estaba muy fuerte. Eso de ser el tapado probablemente me haya ayudado a tener cero presión, ya que si no hacía nada, no iba a pasar nada. No me miraron tanto, al no ser el favorito o el abanderado. Eso me ha ayudado mucho, porque la única presión que tuve es la que me puse yo. Tapado o no, no sé. Pero si era el tapado, ahora soy el destapado (Ríe).

-¿Qué tipo de locura va a hacer hoy [por ayer]?

-Hoy no sé, pero tengo una apuesta cruzada con Trio (el italiano Luca Trionte, el preparador de tablas del equipo) que tengo que cumplir. Yo me tengo que tatuar su cara; y él se tatuará la mía. No hemos hablado de tamaños, pero hay que hacerlo.

-La barba, nada. No se toca, ¿no?

-No. Además la barba vuelve a crecer. Hay que hacer algo que perdure. Yo las apuestas las hago para que sea algo que dure toda la vida.

-O sea, que tendrá que buscarse ahora un sitio para tatuarse la cara de Trio.

-[Ríe] Sí. Tendré que mirar a ver en qué sitio me tatúo su cara (ríe de nuevo). No, en serio, Trio está haciendo un trabajo impresionante. Es un trabajo al que no se le da el valor que se merece. En este deporte, cuando se gana es el mérito del deportista. Y cuando se pierde es la culpa del skiman (preparador de tablas). Nosotros con Trio nunca hemos tenido esa manera de pensar. Yo cuando he ido mal siempre se lo he dicho. Y cuando la tabla va bien soy el primero en darle un abrazo. Eso es lo que he hecho hoy nada más competir. Le di las gracias por el fantástico trabajo que hizo hoy. Porque, aquí en Corea, la nieve es súper rara; en unos entrenamientos iba súper rápida, al día siguiente subía la temperatura y la nieve pasaba de -14 a -4 grados. Y la tabla volvía a ir rápida. Y hoy de nuevo. La tabla volaba. Por eso le quiero dar las gracias. El le mete muchísimas horas, no sólo en pista. Cuando llega al hotel sigue trabajando unas cuantas horas más. Trio es un fuera de serie.

Sea del metal que sea, una medalla para España en unos Juegos Olímpicos de Invierno sabe a oro. No en vano, hace 26 años que ningún deportista de nuestro país volvía a casa con un metal tras el evento más importante de los deportes invernales. Es por ello que las reacciones en las redes sociales no se hicieron esperar para felicitar a Regino Hernández por el bronce que logró en la final de snowboard cross de los Juegos de Pyeongchang.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, calificó el bronce de Hernández en Twitter de "histórico" y destacó que el deportista malagueño ha logrado "un éxito para España". Reacción similar tuvo la Casa Real, muy pendiente siempre de los éxitos de los deportistas españoles. La cuenta oficial de Felipe VI en Twitter destacó el "ejemplo de trabajo, paciencia y destreza" del esquiador malagueño durante toda su carrera, y lo felicitó por la "histórica medalla de bronce".

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, resaltó la "actuación sobresaliente" de Hernández durante "una carrera intensa y emocionante". Por su parte, la Ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, fue una de las más madrugadoras en su felicitación, en la que se congralutó por "la primera medalla de España". El líder de la oposición, Pedro Sánchez, y el resto de partidos políticos con representación escribieron su particular enhorabuena tras "26 años de sequía" en unos Juegos de Invierno, como reseñó la cuenta de Twitter de Podemos.

La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, dio las gracias a Hernández por "llevar el nombre de Andalucía a lo más alto" con su "histórico bronce". Y en clave provincial, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, manifestó su "entusiasta y sincera" enhorabuena, añadiendo que el metal del esquiador mijeño supondrá "un gran estímulo para los deportes de nieve y para la práctica deportiva en general". También se sumó a las felicitaciones el presidente de la Diputación, Elías Bendodo, al calificar de "gran triunfo para el deporte español" la hazaña de Hernández.

Algunos de los deportistas olímpicos españoles más importantes también dedicaron unas palabras al flamante medallista: "Disfruta de esa gran medalla olímpica", escribió Pau Gasol, doble medallista de plata (2008, 2012) y de bronce (2016). Carolina Marín, la onubense que ganó el oro en bádminton en los Juegos de Río, expresó su felicidad por "ver a alguien haciendo historia". El oro en taekwondo (categoría de -58 kilos) de Londres 2012, Joel González, definió al malagueño como un "grande" y resaltó que la presea fue "muy merecida".