El público del Carpena dibujó un preámbulo y un desenlace precioso, con honores y reverencias, al eterno capitán, el 5 verde de todos los tiempos. Berni se llevó la ovación de su vida, pero en medio hubo un partido que sirvió para reconfortar a un Unicaja que andaba dubitativo en las últimas semanas, que había generado debates sobre su entereza. Distraído con varios viajes, con un objetivo ya conseguido en Europa, la ACB es absoluta prioridad hasta que el 27 de diciembre comience el Top 16 de la Euroliga. Pero se había descarriado. Ayer se reencontró el Unicaja, cierto es que ante un rival que es más de lo que exhibió. El UCAM Murcia es un equipo peligroso, con jugadores jóvenes y talentosos, pero quizá sin el empaque necesario para combatir cuerpo a cuerpo a domicilio.

No hay que olvidar que el Unicaja aún no le ha ganado a ningún rival situado por encima de él en la clasificación de la ACB, que sus seis victorias se consiguieron ante contrincantes de mitad hacia abajo. De hecho, el equipo de Repesa sigue virtualmente fuera de la Copa del Rey. Empata con el sexto, el Barcelona, pero es noveno debido a un pobre average general que la tunda propinada ayer al equipo de Berni (85-58) ayudó a corregir. La situación puede exigir ganar 10 partidos cuando quedan siete para acabar la primera vuelta. O sea, cuatro más y cuanto mejor average, mejor.

El triunfo en sí fue cómodo, sólo un primer cuarto de partido real. Era la fiesta de reconocimiento de Berni Rodríguez y se convirtió en la verdadera presentación en Málaga de Sergi Vidal, que dijo "aquí estoy yo" cuando su equipo pasaba minutos de zozobra. Y es que salió lanzado el Unicaja, 9-0 de entrada con puntos de sus pivots, Zoric en su tendencia de Siena más Gist. Pero el UCAM Murcia obligó a masticar un poco más la victoria. El tiroteo del Palaestra tenía continuidad por parte del equipo murciano, que anotó sus seis primeras canastas desde más allá del triple. En el primer cuarto llegó a dominar por 14-18, ante un Unicaja que se veía impotente para llegar a las manos de los lanzadores.

Ahí emergió Sergi Vidal, quizá sin esperársele aún, pero capital para virar la tendencia del partido. Cuando el UCAM trituraba con los triples, enlazó tres acciones seguidas positivas. Una asistencia para dejar a Fran solo debajo del aro, forzó una falta de ataque y anotó un triple. En apenas 30 segundos le desaparecieron los miedos y cogió una confianza que se antoja necesaria. Era un jugador llamado a ser titular en este equipo y hasta ahora no ha estado físicamente. Si vuelve, es un indudable plus. No se quedó ahí, metió una penetración y otros dos triples antes de irse al banquillo con 32-21 para el Unicaja. El catalán había tenido un impacto tremendo en el encuentro, había despejado miedos que podían empezar a flotar en el Carpena.

Williams, que jugó 13 minutos seguidos, algo extraño bajo las órdenes de Repesa, y Simon también repartían juego para incrementar la ventaja. El Unicaja corría y ahí es otro equipo totalmente distinto al de las últimas derrotas. La diferencia entre defender o no está también en los puntos que se anotan, no sólo en lo que se recibe. Porque es un bloque confeccionado, al menos visto a posteriori, para correr y crear situaciones de ventaja al galope, no al trote. Hasta ahora, ha podido desplegar este juego sólo ante equipos por debajo en la tabla, toca trasladarlo también a superiores. Al descanso, el partido parecía abrochado, con 15 puntos de renta (45-30).

Efectivamente, no hubo hueco para la sorpresa, el Unicaja había roto el encuentro y ya se movería en fronteras superiores a los 20 puntos. No había más historia que ver a Fran agigantado en defensa, a Calloway maquillar números al final o a Vidal redondear su partido hasta convertirse en el máximo anotador. Perovic se quedó en el banquillo sin jugar ningún minuto. Repesa explicó que por decisión técnica. Jiménez jugó 13 minutos como cuatro, solución que convence al croata. Y con su equipo derrotado, Berni fue cambiado a 21 segundos del final, en detalle de Óscar Quintana, para recibir otro homenaje espontáneo y sobrecogedor. Su verdadero equipo ganó ayer. El que defiende ahora cayó. Pero él siempre quedará.

Ficha técnica:

85 - Unicaja (19+26+23+17): Calloway (12), Urtasun (6), Dragic (2) Zoric (14), Gist (7) -cinco inicial-, Williams (10), Vidal (15), Simon (11), Lima (1), Vázquez (7) y Jiménez (-).

58 - UCAM Murcia (18+12+16+12): Ragland (20), Gatens (8), Rodríguez (-), Barlow (5), Lewis (3) -cinco inicial-, Franch (7), Miso (-), Jasen (2), Antelo (6), Servera (-) y Tillie (7).

Árbitros: Redondo, Jiménez y Sánchez Mohedas.

Incidencias: Partido correspondiente a la décima jornada de la Liga Endesa disputado en el Palacio de los Deportes José María Martín Carpena ante unos 5.200 espectadores.