Novak Djokovic saldrá a partir del lunes a cambiar la historia en el Abierto de tenis de Australia, a desmentir que en 2008 la lucha por la cima sea cosa exclusiva de Roger Federer y Rafael Nadal. "Salgo a buscar el número uno, ¡sin dudas!", dijo el serbio durante una entrevista en la que confesó que, de no haber sido tenista, le hubiera gustado ser "esquiador, hombre de negocios o incluso una estrella de rock".

-¿Se sorprendió a sí mismo con su 2007?

-No tuve ninguna fase el año pasado, excepto los últimos dos torneos, en la que haya sentido que jugaba mal. Es muy bueno de cara al futuro, no esperaba tanto.

-Ser un personaje tan abierto, ¿puede en algún momento ser un problema para usted?

-No lo creo, no veo ningún problema en ser tan abierto. Siempre traté de llevarme bien con todos y de tener una buena imagen, aunque manteniéndome natural y normal. Las imitaciones que hago no son algo nuevo, es algo que hice toda mi vida.

-Su madre lo definió como el "típico hombre serbio pleno de pasión". ¿Es realmente así?

-Es obvio que mi madre me conoce mejor que yo a mí mismo. Creo que es cierto, que soy apasionado y disfruto cada cosa que hago. En el tenis, entrenando... Me gusta ser positivo y divertirme, es mi vida, y el tenis me demanda mucho tiempo.

-Usted parte 2008 como el tercer hombre, y aunque en su paso por España mostró empatía con el público, lo cierto es que puede ser el hombre que le impida a Nadal alcanzar el número uno.

-Bueno, esa es una razón para no quererme [risas]. Todos tenemos objetivos, y yo trato de concentrarme en mi carrera, no de mirar a Nadal o a lo que haga, intento mantener mi foco en el tenis y hacer las cosas bien, para así un día alcanzar el número uno. Un camino largo aún, porque Federer es muy dominante.

-Pero Federer dijo ya que jugará hasta 2012 y que después verá...

-Sí, pero no es invencible. Rafa ya le ganó, yo le gané, Nalbandian... Todos tenemos el derecho a tener esperanza. Siempre confié en mí, sinceramente creo que puedo ser el número uno del mundo. No me importa si es en diez años.

-Imagine que termina su carrera y no fue número uno.

-No me suicidaría, eso seguro. Estaría feliz, porque se tratará de algo a lo que habré dedicado mi vida. Habré viajado y conocido a un montón de gente, habré tenido la posibilidad de ver muchas cosas. Debes apreciar las cosas pequeñas, ¡no siempre puedes esperar lo más alto!

-El segundo año tras el ascenso es habitualmente el más difícil. ¿Es consciente de eso?

-Sí, y por eso reduciré mis torneos este año para poner mis esfuerzos sobre todo en los Grand Slam y los Masters Series.

-Federer dijo el año pasado que le gustaría ser una estrella de rock como Lenny Kravitz o Angus Young. ¿Quiso alguna vez ser algo diferente a un tenista?

-Oh... Sí, siempre quise ser un esquiador profesional, un hombre de negocios, incluso una estrella de rock. Siempre hay algo que quieres ser, pero es imposible, porque si eres un tenista profesional debes dedicarte al cien por ciento.

-Durante el último Abierto de Estados Unidos cenó con Robert de Niro en Nueva York, Maria Sharapova estuvo en su box... Todos parecen quererlo. ¿Cómo evitará que la estrella devore al tenista?

-Es una cuestión de cada persona. Depende de ti quién te rodea. Me enorgulleció que gente como Robert de Niro, otras estrellas de cine e incluso Sharapova vinieran a verme. Demostré que merecía estar ahí, y en ese sentido triunfé.