Walter Fernández volvió ayer a los entrenamientos con el Nástic como si fuera un nuevo capítulo de su vida, no como si fuese un ensayo más de esta temporada. Él no lo quería decir públicamente, pero en realidad ya se había hecho a la idea de jugar con el Málaga en Primera División hasta la jornada 38, una oportunidad única para un chaval de 20 años. "Al final ha sido una verdadera lástima", dijo ayer en una comparecencia pública en las instalaciones del cuadro tarraconense.

Resignación era lo que transmitían ayer las palabras del centrocampista catalán, que se pasó todo el día del lunes colgado al teléfono móvil esperando el sí definitivo de los clubes, que no pudo llegar por el desacuerdo de ambas partes en los últimos retoques de la negociación. "Ya estoy pensando en el Nástic, que es lo que me queda, y nada, como siempre, intentaré jugar aquí y ya está. No hay otra cosa. No me esperaba lo que me ha pasado, pero no pasa nada. Seguiré en el Nástic, que es donde estaba a gusto y donde seguiré estando a gusto. Espero seguir trabajando y tener más minutos, pero eso dependerá de mi trabajo", explicó con gestos casi de incredulidad, según se pudo ver ayer en la página web oficial del Nástic.

Por su parte, el director deportivo de la entidad, José María Nogués, también trató el tema públicamente. El dirigente aludió a la falta de acuerdo final en las negociaciones, que se referían especialmente a la opción de compra a favor del Málaga a final de temporada. "Lo que se había hablado en un principio no era lo que se reflejaba después", indicó ayer Nogués, por eso habló de que la operación "dejó de ser interesante" y por ello no cristalizó en la cesión.