Novak Djokovic y Caroline Wozniacki ocupan lo más alto de las listas del tenis mundial. Sin embargo, su éxito es muy diferente: mientras el serbio es respetado y temido, la danesa continúa luchando por el reconocimiento.

Ambos se encuentran en Melbourne, donde el lunes comienza el primer Grand Slam del año, el Abierto de Australia. Djokovic, tras su exitoso 2011, es el máximo favorito en el cuadro masculino. Sin embargo, pocos confían en que Wozniacki logré el primer grande de su carrera.

Las enormes expectativas que despierta la tenista danesa de 21 años cada vez que disputa uno de los cuatro Grand Slam acaban siempre rotas.

Wozniacki ocupa el primer puesto del ranking WTA desde el 11 de octubre de 2010, con la excepción de una semana en febrero de 2011. Pero sin un Grand Slam en sus vitrinas es como una reina sin reino. Hasta que no logre un éxito en alguno de los cuatro grandes continuará sin la aceptación de la escena del tenis.

Djokovic ve todo desde otra perspectiva. Tras la espectacular temporada 2011, en la que logró 10 títulos y 70 victorias, el serbio es el indiscutible número uno. Detrás suyo, esperando el fallo, marchan los grandes protagonistas de la última década: Rafael Nadal y Roger Federer.

El serbio, que ganó tres Grand Slam el pasado año, escaló a lo más alto del ranking ATP el 4 julio, tras ganar a Nadal la final de Wimbledon.

Djokovic permaneció imbatido los 41 primeros partidos del año 2011 hasta que se cruzó Federer en una magnífica semifinal de Roland Garros. Después de tres horas y 39 minutos, el serbio sucumbió ante el helvético.

"¿Por qué no?", contestó Djokovic en Melbourne a la pregunta de si podría repetir los éxitos del año pasado. "Ya lo hice una vez, ¿por qué no dos?", dijo el serbio, lleno de confianza. "Necesitaba una pausa para darme cuenta de todo lo que conseguí", respondió el serbio sobre su descenso de nivel al final de la temporada pasada.