La escasez de dinero en las arcas de las instituciones deriva en situaciones hasta hace poco implanteables. Se observa, por ejemplo, en la tensión existente entre el Ayuntamiento y el Unicaja por el uso del Palacio de los Deportes José María Martín Carpena.

Hace meses que se viene negociando entre las dos partes un nuevo convenio para el uso de la instalación por parte del equipo malagueño. El concejal de Cultura y Deportes, Damián Caneda, también se refirió ayer a este asunto y explicó la postura del Consistorio sobre el particular. "Si para un club modesto que no tiene medios pedimos que paguen por el uso de nuestras instalaciones, debemos ser consecuentes y también exigírselo al Unicaja. He sido jugador y entrenador del Caja de Ronda y tengo relación de amistad con el presidente, Eduardo García, así que no soy dudoso en este tema, mi simpatía por el club es total", señala el concejal, para apuntar: "Pero si donamos el pabellón entero para su uso y el Unicaja puede lucrarse con la publicidad y hacer negocio, sólo pedimos que hagan frente a los gastos de agua, luz y limpieza. Anualmente son entre 160.000 y 170.000 euros, una cantidad muy alta".

"Las conversaciones son muy cordiales, pero los puntos de vista son muy distintos", prosigue Caneda: "Hay un convenio en vigor según el cual el Unicaja pagaba una cantidad. El Ayuntamiento dejó de dar un patrocinio en la ropa y ahora el club dice que no paga esos gastos. Hay un presupuesto limitado y hay un conflicto de intereses evidente. Estamos totalmente supeditados al calendario del Unicaja para usar el Carpena. Le pedimos a cientos de clubes una cantidad y hay que tener un criterio general".

Caneda apuntó otro tema de conflicto: el uso del marcador. "El alquiler del marcador, que estamos pagando nosotros, es de 2.000 euros por partido. Somos un mero intermediario y el Unicaja cobra la publicidad de lo que se anuncia a través de él", acabó el concejal.

El Unicaja cree que es el club el que ofrece uso y difusión a una instalación que no tendría otro uso continuado si no fuera por el baloncesto.