A José Mourinho le gusta el show, pero en sus primeros partidos al frente del Real Madrid está confirmando que España no es lo mismo que Inglaterra o Italia: el lenguaje, las formas y los gestos son otros, y él aún no se ha adaptado.
El empate 0-0 del sábado contra el Levante desnudó otra vez a un entrenador portugués fastidioso tanto con los rivales como con sus propios futbolistas.
"Por no marcar goles ya hemos perdido cuatro puntos. Controlamos todos los partidos y no hay que solucionar nada táctico. Quien no marca, no gana", afirmó el técnico después de la igualdad a cero contra el equipo más goleado del campeonato.
El Real Madrid jugó ante el Levante su partido más pobre de las cinco jornadas en la Liga y perdió su condición de líder del campeonato.
El partido disputado en Valencia tuvo su foco en las polémicas arbitrales, las quejas por los problemas físicos de los jugadores del conjunto recién ascendido y las peleas en los banquillos.
Durante la primera parte, la estrella del Real Madrid Cristiano Ronaldo debió ser expulsado por una patada sobre Asier Del Horno sin la disputa del balón. Inmediatamente después del incidente, Mourinho salió disparado del banquillo para dialogar con uno de los jueces asistentes y para dedicarle algunas palabras al mismo futbolista rival.
La actitud del portugués desató la rabia del entrenador del Levante, Luis García Plaza, lo que condujo a un cruce de insultos y quejas poco habitual en los partidos de la liga española.
Ya en rueda de prensa, Mourinho aprovechó para sentenciar la actitud de los futbolistas del Levante: "Estoy contento porque ninguno de los diez jugadores del Levante ha terminado en el hospital. Parecía que alguno terminaría allí", ironizó el técnico del Real Madrid en alusión a los problemas físicos del conjunto rival.
Luego del show mediático protagonizado por el entrenador, hubo tiempo para que Jorge Valdano, director general del Real Madrid se quejara de la falta de eficacia: "Nos cuesta encontrar el gol. El año pasado lo encontrábamos con facilidad y este año nos está costando", declaró el argentino a Canal Plus.
El Real Madrid de la temporada pasada bajo la conducción de Manuel Pellegrini había convertido 16 goles en los primeros cinco partidos, mientras que el de Mourinho sólo anotó seis tantos.
El arrebato de Mourinho del sábado condimentó una semana ya alimentada por la polémica del portugués.
Durante la cuarta jornada, el técnico también disparó con munición gruesa y aquélla vez el destinatario fue el máximo rival Barcelona.
"Si algunos equipos juegan contra el Barcelona y regalan el partido. Saben o piensan que no pueden ganar, meten el segundo equipo a jugar: Si pasa así muchas veces, será muy difícil", se quejó Mou, en referencia al planteo del Sporting de Gijón contra el equipo catalán.
Josep Guardiola respondió con un pedido de respeto para todos los rivales de la liga, mientras que el Bacelona lo hizo en el campo de juego con sendas victorias ante el Sporting y ante el Athletic de Bilbao. Ambas sin Lionel Messi en la cancha.
"Mourinho ha conseguido un efecto contrario al deseado: ha logrado motivar a los futbolistas del Barcelona, en lugar de desestabilizarlos", analizó este domingo Santi Nolla, director del diario catalán Mundo Deportivo.
En el joven archivo de Mourinho en el Real Madrid también se pueden encontrar la queja a la directiva del Real Madrid, dos semanas después del inicio de la liga, por la imposibilidad de dirigir durante dos partidos a la selección de Portugal, y hasta los reclamos a la jardinería del club por el mal estado del césped del estadio Santiago Bernabéu.
El Real Madrid está apenas dos puntos por debajo del líder Valencia y con las chances intactas de llevarse el título de la Liga española. Sin embargo, su entrenador todavía no interpretó los códigos de un campeonato distinto a la Serie A italiana y a la Premier inglesa.
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