Considerado como uno de los cracks del waterpolo nacional y mundial, Guillermo Molina, que pasó una temporada jugando en el Club Mediterráneo a las órdenes de Alfonso Wucherpfenning, vuelve ahora a estar vinculado a Málaga por el Campeonato de Europa de waterpolo.

-Debido a su paso por esta ciudad, es usted el jugador de la selección que está más vinculado a Málaga emocionalmente .

-Sí, aunque la verdad es que para todo el equipo jugar en nuestra casa, en España, ya es un motivo para estar contento. En mi caso, he jugado en un equipo de Málaga y sé cómo es la gente de aquí, por eso creo que en el Europeo seré uno de los más cercanos al público tanto por la proximidad con mi ciudad natal [Ceuta] como por haber jugado en un club de aquí.

-¿Cómo es la afición de esta provincia?

-La gente de esta ciudad es muy abierta. Me consta que el calor que los malagueños dan a los deportistas es enorme.

-¿Cree que la afición le apoyará a usted más que al resto de sus compañeros de selección?

-Yo creo que no. Los malagueños apoyarán al equipo nacional para que todos juntos podamos conseguir lo que queremos, que espero que sea lo que finalmente ocurra.

-¿Cómo se ve usted en el ámbito personal, tanto psíquico como físico, de cara al Campeonato de Europa?

-Yo me veo bastante bien, la verdad. Estoy convencido de que llegaré en muy buen estado.

-¿Jugar en España y, en su caso, en Málaga, hace más fáciles las cosas a la selección?

-España luchará por estar en lo más alto. Esto no es un deporte fácil y jugar en casa no significa que estemos asegurados en el podio. Hay que trabajar, porque para llegar alto hay que trabajar muy duro. Aunque, bueno, con el calor del público conseguiremos un plus más para hacer frente al campeonato.