Suena muy bonito eso de ser el máximo goleador de la historia del Málaga C. F. Tras haber arrebatado el pasado sábado a Dely Valdés la tercera plaza merced a sus 40 tantos, Salva se fija el objetivo de la primera, que ostenta Basti (55). Difícil reto, pero ya se sabe que al delantero maño las empresas personales le motivan especialmente. "Sería muy bonito convertirme en el máximo goleador del Málaga. Todavía está lejano, porque quedan 15 goles, que son goles, pero puede estar al alcance. 15 goles en dos temporadas no es difícil y ojalá se consiga", dijo ayer a este periódico el delantero blanquiazul.

"No llevaba las cuentas, pero para mí es muy bonito", fue la reacción de Salva al conocer que había dejado atrás a una institución como Dely Valdés. Aunque para un ego tan fuerte como el del maño es difícil conformarse, así que, siempre haciendo primar el reto colectivo del ascenso, el ariete del Málaga ya se ha fijado en la mente una nueva meta: "Todavía me quedan años para seguir consiguiendo goles y ojalá que me queden bastantes más en el Málaga. Sería un reto personal muy bonito. Espero reducir los 15 goles este año y el año que viene superarlos. A ver si me acompañan la suerte y las lesiones".

El nuevo registro del aragonés llegó justo cuando empieza a dejar atrás el rosario de lesiones que le ha impedido tener continuidad, a pesar de que todavía arrastra molestias en su rodilla derecha. "Poco a poco nos encontramos mejor. Aún tengo un golpe en la rodilla del partido de Alicante porque me volvieron a dar en la zona del tendón rotuliano. Me está afectando un poco, pero cuando voy calentando desaparece. Eso no tiene problema", manifestó ayer.

Si a Salva le resultó sorprendente descubrir su posición en la clasificación de máximos realizadores en la historia del Málaga C. F., más lo fue para Basti, quien, curiosamente, conoció que ocupaba el puesto de privilegio a través del reportaje publicado por este periódico el pasado jueves. "Parecía que había metido yo un gol ese día. En el desayuno, mi compadre [Kiko Aranda] me lo dijo. ¡Me enteré desayunando! Fue una grata sorpresa, muy bonita. Pensaba que era una broma, pero me enseñó el periódico y no pude decir nada. Me quedé con cara de alegría todo el día", indicó el paleño.

Sus 55 tantos, repartidos entre Segunda y Segunda División B, le resultan a día de hoy una cifra impensable: "Yo no tenía ni idea de eso, no tenía contados mis goles. Fue una sorpresa y una alegría tremenda. No me lo esperaba porque, cuando pasa un tiempo, uno no maneja esos datos. Yo sabía que estaba entre los primeros, pero no la cantidad".

Eso sí, Basti, que apura sus días de fútbol en El Palo, en categoría aficionada, es realista acerca de cuánto tiempo podrá mantener la primera posición dada la pujanza de Salva. Lejos de entristecerse porque le pueda quitar su lugar de privilegio, se alegraría de que el maño le adelantara. "Estoy muy orgulloso y es un motivo más para sentirme feliz por mi paso por el Málaga. Es encantador saber que eres el máximo goleador de la historia del club y estoy muy contento por ello, pero estoy seguro de que Salva lo romperá. Son generaciones diferentes, pero al final conseguirá quitármelo. De hecho, si mete esos quince goles me alegraré, porque significará que han sido goles a favor del Málaga y yo continúo siendo muy malaguista".

Lo que sí le resulta muy difícil es quedarse con uno de los muchos delanteros que han pasado por Martiricos. "Uf, hay muy buenos. Es complicado. De los antiguos me quedo con Kiko Aranda y, actualmente, me quedaría con Darío y Salva, pero también están Catanha y Dely...", señaló.