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El aval de un buen arranque

  • En el peor de los casos, al Unicaja le bastará con ganar la mitad de sus partidos para estar en el 'play off' · Le quedan siete en casa y seis a domicilio

No se atisba una salida clara a la crisis por la que atraviesa el Unicaja. Se apela al trabajo y al compromiso para pensar en positivo, pero el rendimiento después en la pista no refrenda la intención. Diez derrotas en los últimos once partidos que han costado apearse del tren de la Euroliga sin llegar a competir y salir de la Copa del Rey a las primeras de cambio. En ambos casos se llegó al mínimo exigible, pero se falló estrepitosamente en el intento de ir más allá.

Pero la temporada aún no ha terminado. Más allá del último duelo europeo de mañana frente al Gescrap Bilbao, queda la Liga Endesa. Y ahí, conviene no olvidarlo, el equipo malagueño es ahora mismo el cuarto clasificado por detrás de los dos favoritos, Barcelona y Real Madrid, y del Caja Laboral pese a haber caído en cuatro de sus últimos cinco compromisos ligueros. Sería cabeza de serie en el play off por el título de ser capaz de conservar esta privilegiada plaza, pero los últimos acontecimientos hacen pensar que será muy complicado mantenerla con el actual nivel de juego.

Evidentemente en Los Guindos se firmaría con los ojos cerrados acabar ahí, pero ya hay quien, ateniéndose a la mala dinámica, también firmaría entrar en el playoff como octavo. Estar en la lucha por el título se convierte desde este sábado, con la visita a Zaragoza, en el único objetivo para el equipo malagueño. Ya lo fue la campaña pasada llegados a estas alturas de la temporada, aunque en aquella ocasión se estaba inmerso en una dinámica mucho más positiva.

En el Unicaja se hacen números a la par que se buscan soluciones para enderezar el rumbo. Y el gran trabajo hecho en la primera mitad de la campaña se convierte en un aval importante. Es ahora cuando se valora lo hecho anteriormente. Un buen arranque que permite al equipo disponer de una renta que, si sabe administrarla bien, debe darle el pase al play off sin excesivos problemas. Los de Chus Mateo cuentan con 13 triunfos, dos más que sus perseguidores, y la historia de la Liga establece el número de triunfos necesarios para acabar entre los ocho primeros entre las 16 y las 20. Así ha sido desde que se disputa con 18 equipos. El Unicaja necesitaría, por tanto, ganar, puestos en el peor de los casos (sólo una vez fueron necesarias 20 victorias, en 1998), 7 de los 13 enfrentamientos que aún le quedan. En el mejor supuesto, le valdría con ganar sólo tres.

El calendario no facilitará, eso sí, la tarea. Hay que ir a jugar a Zaragoza, Vitoria, Madrid, Murcia, Badalona y Bilbao y recibir en el Carpena a Lagun Aro, Estudiantes, Lucentum, Manresa, Barcelona, Fuenlabrada y Banca Cívica. Seis duelos a domicilio y siete en casa.

El panorama para cumplir con la obligación de estar en la pelea por el título no es demasiado tortuoso con los números en la mano. La buena siembra de los primeros meses ofrece un margen de error tranquilizador. Otra cosa es el juego y las sensaciones actuales. Ahí ya no hay tanto optimismo.

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