Iker Casillas aseguró que ser el único capitán del equipo, tras la marcha de Raúl y de Guti, será un "reto personal bonito y lo haré lo mejor que pueda. Es una gran responsabilidad. Creo que la gente que ha sido capitán de este club ha demostrado cien por ciento su profesionalidad, gracias a dios he tenido muy buenos ejemplos y he aprendido muchísimo. Intentaré transmitir los valores que me han enseñado, que me han dado sobre todo a los jóvenes que hay".

El guardameta del Real Madrid confesó que la marcha de sus compañeros le dejó una sensación de nostalgia y pena. "Han sido muchísimos años, pero es ley de vida. Desde la marcha de Michel Salgado, la salida de Raúl y Guti, te da cierta nostalgia y cierta pena", admitió el jugador.

El madrileño, que se ejercitó ayer por primera vez con sus compañeros después de regresar de sus vacaciones, fue recibido por un vestuario con varias caras nuevas y liderado por el portugués José Mourinho del que sostiene que "tiene mucha ilusión para hacer las cosas bien. Tiene un grupo joven y con muchas fuerzas". Las nuevas incorporaciones del Madrid serán fundamentales para tener la posibilidad de "aspirar a todo".

El capitán blanco insistió en que se respira buen ambiente en la plantilla, algo que se contagió al delantero francés Benzema a quien ha visto reirse "más veces estos días que en toda la temporada pasada". Con respecto a la recuperación de su compañero Kaká, Casillas indicó que está tranquilo. "No hay ninguna prisa, que son malas sobre todo en la pretemporada", dijo, con la vista puesta en las tres competiciones que tendrá por delante el conjunto blanco este año y rivales como el Barcelona del que aseguró que "no tenemos nada que envidiarle. Sólo tenemos la necesidad de dar una alegría a la afición madridista".

El triunfo en el Mundial fue para Casillas un sueño hecho realidad. "Aún no me lo acabo de creer", señaló el capitán del Real Madrid para quien la victoria de la selección ha hecho que la gente sienta la libertad de salir a la calle con las banderas de España.

Con la incorporación de Casillas al grupo, el técnico portugués ya tiene bajo sus órdenes a casi toda la plantilla, a falta de Sergio Ramos y Xabi Alonso, para viajar el miércoles a San Francisco para disputar el primer partido de la era Mourinho frente al Club América de México.