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Otro capítulo de impotencia en BadalonaScariolo: "Hemos fallado otra vez a la hora de saber leer el partido"

  • Frenado El Unicaja ve rota su racha victoriosa ante un DKV Joventut que volvió a pasarle por encima Clave Un parcial de 19-2 entre el primer y segundo cuarto desniveló el encuentro"Es una hipótesis que no tiene consistencia", respondió el de Brescia a la posible influencia de la polémica llegada de Sanders

Scariolo no disfruta de momento de las fiestas navideñas. No le gustó su regalo de Navidad. Dice que Papa Noel está mayor y necesita gafas para leer bien la lista de regalos. Frunció el ceño y recriminó a su familia, la cajista, el presente elegido. Mal detalle. Con ese talante se marchó a Badalona y allí su equipo recibió un serio correctivo a manos de un conjunto que borda el baloncesto, pero cuyo presupuesto es aproximadamente la mitad del que él maneja. Menos mal que aún le queda Fin de Año y los Reyes Magos.

El encuentro del domingo ante el Gran Canaria dictará si lo de ayer fue un accidente o algo más serio. Pero la verdad es que nadie hubiese dicho que el equipo que ayer jugó en el Olímpico era el mismo que ha vapuleado al Real Madrid y el Barcelona en las últimas jornadas y que ha sido capaz de ganar nueve de sus últimos diez partidos. Cayó de nuevo en Badalona rozando el ridículo, como en las cinco ocasiones anteriores en las que había pisado tierras catalanas, donde no gana desde el 16 de abril de 2005.

La Penya le tiene tomada la medida al equipo malagueño. Con Bennet, con Gaines, con Paco Vázquez y ahora, con Rudy y Ricky, los auténticos líderes de un DKV que amenaza seriamente con conquistar la Liga esta temporada. Los verdinegros volvieron a jugar con los malagueños, les infligieron otro serio correctivo y provocaron que el Unicaja fuese la impotencia personificada en un equipo de baloncesto. Al menos se maquilló el resultado y la diferencia se quedó en sólo 15 puntos.

Esta vez la resistencia cajista duró exactamente siete minutos. Los malagueños aceptaron el reto de jugarle al DKV con sus mismas armas y el partido se fue a un ritmo frenético y una intensidad extrema. Parecía que le podía salir bien, con un extraordinario Haislip, autor de ocho de los primeros 12 puntos del equipo cajista, pero hoy en día resulta imposible doblegar a la Penya recurriendo a esos argumentos. Aíto ha hecho de esa forma de jugar una marca registrada e intentar superar al maestro es como estrellarse con un muro.

El 14-12 con el que se llegó al minuto siete de partido fue el último atisbo de igualdad que existió en el encuentro. Entonces la maquina de jugar al baloncesto que es a día de hoy el Joventut comenzó a triturar al Unicaja. Rudy y Ricky, la pareja más determinante del baloncesto español, y el acierto de Jagla y Sonseca llevaron a los locales en volandas. El ataque malagueño sufría hasta para superar el medio campo (11 pérdidas en la primera parte) y en a penas cuatro minutos dijo adiós al partido. Un parcial de 19-2 entre el final del primer cuarto y el principio del segundo volvió a provocar, una vez más, el sonrojo cajista en Badalona (33-14) e hizo temer lo peor. Sobrevivió, sin embargo, gracias a una tímida reacción. Un problema técnico en la mesa paró el encuentro unos minutos y el imprevisto ayudó a campear el temporal. El DKV se tomó un respiro y lo malagueños llegaron a situarse a 12 puntos (45-33) tirando de Haislip y de la aparición en el partido de Cabezas, pero bastó un nuevo acelerón verdinegro para disipar cualquier duda (55-38 al descanso).

Y ya no hubo partido. La única guerra estaba en el averaje, los locales para aspirar a la primera plaza y los visitantes para colarse en la Copa. Y en ese aspecto ganó la batalla el Unicaja, que a base de orgullo impidió que la hemorragia fuese incontenible. Ayer, 27 de diciembre de 2007, se escribió un nuevo capítulo de la impotencia cajista en Badalona.

No puso paños calientes Sergio Scariolo a la derrota, maquillada en el tramo final. El errático inicio, a rebufo del DKV Joventut, fue la explicación esgrimida por el italiano para la derrota. "Cuando unos cuantos jugadores no están acertados, intentan buscar al que está acertado. Pero ha sido todo cuestión de ritmo, de saber llevar la pelota a donde debía, no tanto en el tiro final. Hemos fallado mucho en la fase de leer el partido. La lectura, una vez más, ha sido de ir a remolque del rival. Hemos tenido aceptar el ritmo que imponía", analizó.

Como no podía ser de otra manera después de la polémica suscitada por el fichaje de Melvin Sanders, el de Brescia quiso descartar radicalmente que ello haya podido influir en el resultado cosechado en Badalona. "Es una hipótesis que no tiene ninguna consistencia, porque los jugadores están al margen. El año pasado perdimos por más de 50 puntos aquí", señaló el técnico del Unicaja, quien prosiguió con unas enigmáticas palabras que parecieron continuar con el enfrentamiento abierto con la dirección deportiva que encabeza Juanma Rodríguez: "Los problemas son evidentes. Quien nos lo quiera ver, no sabe de baloncesto o no lo quiere decir, que es otra opción. Sabemos nuestros defectos y que en ciudades como esta pueden venir a la luz y que no sabemos disimularnos. Pero seguiremos intentando hacerlo bien en el siguiente partido".

Asimismo, valoró el arreón final del equipo, que permitió no hacer sangre en el basket average, importante para dilucidar qué equipos irán a la Copa del Rey: "Era importante que los jugadores no bajaran los brazos, por imagen y orgullo, pero también por la diferencia de puntos, pues muchos equipos están luchando por estas posiciones. Incluso podríamos permitirnos un traspié, pero sólo hay que pensar en ganar el siguiente partido".

Por su parte, Carlos Jiménez dijo que no había que olvidar que el Unicaja jugó "contra uno de los mejores de la ACB". "Hay que quedarse con las buenas sensaciones dentro de lo que ha sucedido. Ahora hay un partido importantísimo en casa y hay que pasar página cuanto antes", destacó.

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