Oficialmente, los días de Ricardo Rodríguez al frente de la dirección deportiva del Málaga están contados. Semanas atrás el asturiano anunció su intención de volver a los banquillos cuando el 30 de junio expire su vinculación con el Málaga; ayer el presidente, Fernando Sanz, no sólo confirmó el fin de su periplo, sino que incluso reveló conversaciones con él para extinguir su contrato con antelación.

"Ricardo me comentó en privado que quería seguir entrenando, pero una vez dicho en público... Él tiene que hacer unas funciones determinadas de mirar al futuro, con lo cual, estamos mirando para ver si finiquitamos la relación de Ricardo con el Málaga. Estamos hablando para que él se centre en lo que quiere hacer en un futuro próximo y que el Málaga recomponga esa parcela", manifestó ayer el mandatario blanquiazul, que echó balones fuera a la hora de contestar si Juan Ramón Muñiz podría ser su sustituto haciendo doblete con la labor de banquillo, como hace tres temporadas. "Tenemos un presente que abordar. Hablar de futuro no es bueno porque a lo mejor hay gente implicada y se puede poner nerviosa", añadió Fernando Sanz.