El Unicaja se ha convertido en un socio de prestigio de la Europa del basket. Aunque la Euroliga no suene como la Champions, aunque la rutina de estar ahí haya hecho que pierda valor entre algunos aficionados, el equipo de Málaga lleva dos décadas jugando contra los mejores del continente, siendo uno de ellos. Y son muchas las cuestiones de las que puede presumir, pero aún no puede montar su museo de muescas de las grandes canchas. Le falta una, la que hoy le recibe, el Pabellón de la Paz y la Amistad, para completar una bonita colección. En los últimos 20 años, es el único campeón de Europa al que el Unicaja no ha vencido a domicilio. Con ese bonito reto se intentará quitar utopía al milagro necesario para acudir al Top 8 (exceptuando al Kinder bolonia, con el que no se cruzó por el camino). El trofeo se uniría a los de las canchas de CSKA, Benetton, Maccabi, Panathinaikos o Barcelona, entre otros.

Es decir, que la proeza obliga a otra previa. Porque hasta ocho visitas hizo el conjunto malagueño a la Atenas rojiblanca y en todas salió como perdedor. Técnicamente, en todas menos una, aquel enfrentamiento del 16 de enero de 2002, cuando el equipo de Bozidar Maljkovic cayó derrotado porque en la primera mitad la mesa no computó una canasta legal de Paco Vázquez. El partido acabó con un 81-80 y seguramente al club le faltó más voluntad y fuerza en Europa para reclamar un triunfo que le habría dado bastante lustre a su currículo. Lo cierto es que este Olympiacos se está mostrando temible y, pese a lo bien encaminada que tiene su clasificación para os cuartos de final, no concederá un solo centímetro al Unicaja para que pueda seguir soñando.

Acostumbrados a jugar todas las semanas la Euroliga, la disputa de la Copa rompió la semana pasada la rutina de los últimos meses. Es tanta la habitualidad que parece hacer más tiempo que el equipo no juega por el Viejo Continente. Quizá ese break valga para afrontar con mejor disposición el duelo, porque el Top 16 se ha convertido en un tormento más que en una lanzadera hacia el sueño. Además, el conjunto de Joan Plaza llega reforzado por el papel que desempeñó en Las Palmas de Canaria. Ganó con autoridad a Bilbao y compitió de manera leonina contra el Barcelona, al que obligó a lo máximo. Esa es la mentalidad que quiere ver el entrenador en los ojos de los suyos. Más allá de lo que pueda acontecer en el electrónico, el catalán considera el choque una excelente oportunidad para seguir manteniendo ese carácter que quiere entre sus jugadores.

El técnico viaja con todos sus jugadores disponibles, sin molestias ni golpes, pero con la paliza encima de haber madrugado a las 5:00 y haber conectado el engorroso viaje que hay que completar siempre desde la Costa del Sol a El Pireo. Itoudis tendrá la duda de precisamente un excajista, Printezis, al que una gastroenteritis severa le obligó a ser hospitalizado ayer y dispone de pocas opciones de ser de la partida.