El rival del Málaga de esta tarde es uno de los grandes del concierto europeo. Su trayectoria le coloca como el decimoctavo club por títulos internacionales. En sus vitrinas lucen la Liga de Campeones de 1997. En la final celebrada en el Olímpico de Múnich superaron por 3-1 a la Juventus. Al año siguiente se alzaron con la Intercontinental, venciendo 2-0 al Cruzeiro. Bastantes años antes, en 1966, los de Dortmund conquistaban la Recopa, ante el Liverpool (2-1) en Glasgow. Aparte, también jugó dos finales de la Copa de la UEFA, en 1993 contra la Juve y en 2002 con el Feyenoord.

El equipo alemán ahora no atraviesa por sus mejores momentos, pero todavía tiene jugadores de calidad. El eterno capitán Wörms y uno de los hermanos Kovac en la defensa. Sebastian Kehl y Lars Ricken, autor de un golazo en la final de la Champions que ganan a la Juve, en la medular. Valdez y el suizo Frei en la delantera. Pero sus mayores apuestas de este año han sido Giovanni Federico (tres goles en 14 partidos este año) y el canterano Marc-Andre Kruska, el que llaman el medio centro del futuro. El primero fue el mejor jugador el año pasado de la segunda germana con el campeón Kalsruhe. Pese a jugar de enganche, logró 19 goles. El segundo es un joven de sólo 20 años que ya se ha hecho un hueco en el once inicial.