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El despertar de Santiago

  • El pívot boricua rubricó en Estambul la progresión mostrada en las últimas dos semanas con su mejor partido como cajista · Logró su tope en anotación (25), valoración (34) y tiros libres anotados (9)

"La estadística más importante es la victoria, pero espero poder seguir jugando así y ayudar al equipo en el próximo partido". Así es como reacciona Daniel Santiago tras conocer de mano de este periódico que el de Estambul fue su mejor partido con la camiseta del Unicaja desde que llegó a Málaga en el verano de 2005. En el recuerdo aún está muy vigente la derrota ante el Efes Pilsen y el boricua apenas le da importancia a su actuación personal, pero el equipo se felicita por el regreso de uno de sus jugadores más determinantes.

Sus números en el Abdi Ipeckçi lo dicen prácticamente todo: 25 puntos (con 8/12 en tiros de dos y 9/9 en tiros libres), 8 rebotes, 8 faltas recibidas y 34 de valoración. Nunca antes había anotado tantos puntos, había convertido tantos tiros libres y había logrado una valoración tan alta. El puertorriqueño se encontró cómodo desde el principio ante las torres turcas (Woods, 2,18; Gonlum, 2,08 y Cuqo, 2,07): "Tuve la oportunidad de jugar muchos uno contra uno contra sus pívots y recibí muy buenos pases de mis compañeros, lo que me permitió tener muy buenas oportunidades en la pintura", explica recordando las sensaciones experimentadas horas antes.

Su exhibición tuvo su punto álgido en los primeros diez minutos, cuando mantuvo al equipo en el partido ejerciendo un dominio aplastante en ambas pinturas anotando 15 de los primeros 21 puntos de los cajistas. Recordó a versiones ya vistas del pívot, pero superó a todas ellas, incluida la de aquel partido del Top 16 en Treviso del pasado mes de marzo, que hasta el miércoles figuraba como su mejor encuentro al sumar 23 puntos y 32 de valoración (sus topes anteriores en ambos apartados estadísticos).

Pero su gran actuación en Estambul no hizo otra cosa que confirmar la mejoría experimentada por Santiago en las dos últimas semanas de competición. Tras la derrota ante el Iurbentia Bilbao, Scariolo lanzó un mensaje a su plantilla afirmando que quizás debería jugar sólo con cinco jugadores ante el bajo rendimiento de algunos de sus hombres. El italiano no dio nombres, pero muchos dedos señalaban, entre otros, al boricua. Santiago le ha tomado la palabra y, tras un mal encuentro con el Maccabi, ha mejorado ostensiblemente en actitud y efectividad. Sus promedios en los cinco últimos partidos (Le Mans, Grupo Capitol, Lietuvos Rytas, Fuenlabrada y Efes Pilsen) así lo dicen: 14,2 puntos, 4,2 rebotes, 5,2 faltas recibidas y 15, 8 de valoración. Respecto a sus estadísticas globales mejora la anotación y la valoración en cinco y cuatro puntos respectivamente, además de promediar cuatro minutos más en pista.

El de Texas parece haber despertado con el paso de las jornadas, algo que por otra parte ha sido habitual en las dos temporadas anteriores, donde siempre ha ido de menos a más. "Estoy jugando mejor y no sé por qué. Quizás soy un jugador al que le cuesta coger el ritmo de competición y voy progresando poco a poco, por eso ahora mi rendimiento es mejor. Además, siempre quiero terminar las temporadas muy fuerte", aclara el pívot.

Dice que ya ha encontrado el camino. Y la primera oportunidad para demostrarlo será mañana ante el actual campeón de la ACB, el equipo de Lazaros Papadopoulos, un rival al que le gusta especialmente enfrentarse. "Necesitamos otra victoria si queremos estar en la Copa del Rey y el Madrid tiene un gran equipo y está jugando muy bien. No será fácil. El duelo contra Papadopoulos va a ser muy bonito, pero lo más importante es el triunfo", asegura. El Unicaja volverá a confiar en él como referente. Le avala su trayectoria en las últimas semanas y, sobre todo, su partidazo de Estambul.

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