En la actual plantilla del Unicaja hay un joven balear, Álex Abrines, sobre el que recaen muchas esperanzas de cara el futuro. Pero hubo antes otros jugadores de aquellas islas que intentaron labrarse un futuro como cajista. Uno de ellos juega esta mañana en el Martín Carpena defendiendo los colores del Blusens Monbus. Es Alberto Corbacho (2,01 y 28 años), un clásico del baloncesto LEB que esta temporada debuta en la máxima categoría gracias al conjunto gallego.

Formado en las categorías inferiores del Sant Josep Obrer de Palma de Mallorca tuvo una breve experiencia en la cantera de Los Guindos a comienzos de milenio. Llegó a jugar con el equipo que por entonces competía en Liga EBA en la campaña 2003/04 y participó en algún entrenamiento con el primer equipo, pero no llegó a debutar en la ACB. Ciudad de Huelva, CAI Zaragoza, Hospitalet y Leche Río Breogán fue su posterior trayectoria hasta recalar la temporada pasada en el Obradoiro, al que ayudó a ascender de nuevo a la ACB.

Siete campañas en categorías LEB en las que se ha consagrado como uno de los grandes tiradores del baloncesto nacional. En la 2007/08 fue el quinto jugador con más triples anotados de la categoría de plata, con un total de 76 de 193 lanzamientos (un 39% de acierto). Su rapidez a la hora de armar el brazo le convierte en prácticamente indefendible. Y en los primeros meses en la Liga Endesa ya ha dado alguna que otra exhibición. La más significativa llegó en la decimosexta jornada ante el Cajasol Banca Cívica, cuando logró su tope personal en anotación (18 puntos) lanzando única y exclusivamente tiros de tres, en los que firmó un excelente 6/13. Igualó así el récord del club en la Liga Endesa y emuló la actuación de Paco Vázquez en 2003 (hizo 7/13, también sin tiros libres ni tiros de dos), aunque Corbacho lo hizo en solo 20 minutos. Actualmente es el quinto jugador que más triples anota por partido (2) y el quinto que más ha tirado. Una amenaza que hoy tendrá en vilo al Unicaja.