Con iniciativas dirigidas a la emoción de los más pequeños y sus acompañantes, como Mi primer partido en La Rosaleda, nacen hoy las bodas de plata del Trofeo Costa del Sol. Sí, aunque parezca un contrasentido, el trofeo por excelencia del fútbol de Málaga comienza hoy una nueva etapa en la que es su vigesimoquinta edición, truncada el pasado verano porque el que entrenaba al Betis por ese momento, Héctor Cúper, se negó a jugar el partido a causa del mal estado del césped de La Rosaleda. Ahora, hasta el empedrado ha mejorado.

Una nueva etapa en la historia de un trofeo que luce como ninguno, por ejemplo, en el Pequeño Maracaná de Belgrado por la victoria del Estrella Roja en 1973. Y el cambio más radical empieza por la fecha. De torneo de verano ha pasado a ser un trofeo invernal. Así, aunque la previsión del Instituto Nacional de Meteorología diga para hoy lo contrario, también se vende la marca Málaga como aquel lugar en el que sus muchas bondades, incluida la meteorológica, llevan años enamorando a tantos.

Pero el principal ingrediente, con el que se capta a los futuros malaguistas y se emociona a los adeptos, es el espectáculo que se verá sobre el terreno de juego, donde desde las 20.00, y con Paradas Romero de árbitro, el único malagueño que dirige partidos de Primera División, se enfrentarán el Málaga, líder de la Segunda española, y el Borussia Dortmund, un histórico que se encuentra en la décima plaza de la Bundesliga.

Es lo que se puede denominar, y así lo hicieron ayer algunos de los integrantes del plantel malaguista, como "un entrenamiento de calidad". Juan Ramón Muñiz facilitará esta mañana los convocados para este enfrentamiento, tras la sesión de trabajo que realizará el conjunto malaguista.

Los alemanes, que se encuentran en la Costa del Sol realizando una concentración invernal aprovechando el parón en su Liga, concurren en su segunda participación en el Costa del Sol. En la anterior, en 1964, fueron terceros y el Málaga acabó segundo. Hoy hay otra gran oportunidad de acabar delante de un histórico de Europa. Y que vengan más, como así parece.