mireia belmonte. nadadora

"Me gusta explorar mis límites y saber adónde puedo llegar todavía"

  • La badalonesa culminó con el oro mundial un palmarés ejemplar tras el triunfo olímpico en Río del pasado año

  • Plusmarquista del mundo en Eindhoven, Belmonte retoma el trabajo con la búsqueda de retos como meta

"Me gusta explorar mis límites y saber adónde puedo llegar todavía"

"Me gusta explorar mis límites y saber adónde puedo llegar todavía"

La imagen que ofrece la televisión de una atlética y musculada Mireia Belmonte (Badalona, 1990) queda atenuada cuando se la tiene cerca, en vivo y en directo. Parece mentira que un cuerpo fino y menudo como el de Belmonte sea el de una de las deportistas más importantes del momento, la nadadora más laureada de la historia del deporte español.

En sus últimas horas de vacaciones antes de comenzar de nuevo los entrenamientos, Belmonte estuvo en Sevilla para apadrinar junto a Miguel Indurain y Abel Antón un triatlón que recorre en estas fechas el territorio nacional. Acaba de llegar de un breve retiro en la playa, bronceada después de muchas horas bajo el sol, pero quizá sería el dorado el color de piel que mejor la definiría.

La temporada pasada ha sido sencillamente inmejorable. Once medallas, incluido el oro mundial que le faltaba después de haberlo ganado todo, todo. El año pasado fue el oro olímpico logrado en Río de Janeiro, su metal más preciado; al final de éste, en la Copa del Mundo de Eindhoven, fue el récord mundial en la piscina de 25 metros.

Las plusmarcas serán las próximas aspiraciones de una nadadora que no deja de necesitar retos y explorar hasta dónde puede llegar un organismo que pasa tantas horas en la superficie como sumergida en el líquido elemental.

-En las últimas semanas la han definido como una deportista infinita, inalcanzable, insaciable. ¿Qué tal sienta?

-Siempre pienso que todo puede hacerse mejor, que todo es mejorable, que todo es una progresión constante. Creo que lo mejor que puede pasarte como deportista es que tengas ganas de mejorar, tener hambre de seguir ganando. Yo todavía tengo bastante carrera por delante y mucho camino que recorrer.

-¿Qué valoración hace de su participación en el pasado Campeonato Mundial de Budapest?

-Me costó entrar en competición y después creo que supe reaccionar muy bien. El segundo día, cuando tuve que rendir, me puse mala; pero, bueno, son cosas que pasan. Supe cómo dejar a un lado lo mal que me encontraba y al final salió bastante bien. Hice una competición de menos a más y estoy muy contenta de cómo acabó.

-Han sido 11 medallas en todo el verano, corríjame si es correcta la cifra...

-...Sí, no sé (risas). Sí, creo que sí...

-...¿Con cuál se quedaría si tuviera que quedarse con una de ellas? ¿Quizá el récord de los 400 estilos en Eindhoven o el oro mundial de los 200 mariposa?

-Es una difícil decisión, sí. Para mí la más especial es siempre la de los Juegos Olímpicos del año pasado, porque era mi gran sueño desde pequeña y lo conseguí. Es a la que más cariño le tengo. Pero eso no quita que esté igualmente orgullosa del oro mundial en 200 mariposa, porque mi objetivo era convertirme en campeona del mundo en la piscina de 50 y creo que acabar la temporada con el récord del mundo fue para mí fue poner el colofón a una temporada inmejorable.

-Ha ganado títulos en pruebas de fuerza y de velocidad, también en pruebas de resistencia y de fondo. ¿Cómo se entrena todo eso a la vez?

-Hacemos entrenamientos muy diferentes. Más velocidad para la mariposa, más fondo para el 1.500... Son entrenamientos muy difíciles de llevar porque no soy una nadadora ni de fondo ni de velocidad y hay que tocar muchas cosas de la natación, también muchas modalidades, pues nado estilos, nado mariposa, nado crol y creo que es una forma también interesante de entrenar, porque no es aburrida, no es monótona, siempre haces cosas diferentes, pero a la vez es también más duro y tienes que estar con mucha tensión puesta en lo que haces día a día.

-¿Acabará especializándose en alguna modalidad?

-No sé. De momento sé que soy bastante versátil y eso es lo bonito de los retos que me pongo por delante, conseguir diferentes objetivos en diferentes pruebas, no sólo centrarme en una prueba.

-Abundando en esto y como se dice habitualmente que lo que funciona no hay que tocarlo, ¿va a seguir apostando por programas amplios en los próximos campeonatos?

-De momento sí. Todavía tengo las ganas y la edad buena para hacerlo. No me cierro a ninguna prueba porque nunca se sabe la prueba que puede salirte mejor. En el último Campeonato del Mundo, a priori el 1.500 era una prueba en la que no era favorita para ganar medalla y al final lo conseguí. Así que no me cierro la puerta a ninguna prueba e intento hacer las cosas lo mejor que puedo.

-Con el nutrido palmarés que tiene, su objetivo parece como una especie de camino hacia la perfección.

-Sí, más que nada porque me faltan cosas por hacer todavía. Aún no lo tengo todo hecho, sino que todavía me falta cosas en el mundo de la natación y ése es mi objetivo y ésa es mi motivación día a día. Tener un objetivo en mente y trabajar cada día por ello.

-¿Y cuál es el siguiente reto?

-Este año quiero conseguir el récord de Europa en piscina de 50 metros. En la de 25 ya tengo el récord del mundo y ahora me gustaría hacerlo en la de 50. Como no es tarea fácil, voy poco a poco, como siempre. Intento ir paso a paso e intentar hacer el récord de Europa este año. Ése es mi objetivo principal. La prueba principal será la de mariposa, que es en la que estoy más cerca, pero si llega en otra prueba, pues encantada.

-¿Piensa ya en los próximos Juegos Olímpicos de 2020 en Tokio?

-Todavía queda bastante. Ahora mismo lo más importante es pensar en los Europeos y luego también están los Juegos del Mediterráneo en Tarragona, que es una competición muy bonita. Simplemente voy pensando año a año y siempre con la vista en Tokio, pero sin dejar de pensar en lo que tenemos a continuación.

-Está ahora de vacaciones, pero parece que siempre las acorta y vuelve a entrenar antes de tiempo. ¿Acaso le cuesta poner el cuentakilómetros a cero después de un verano tan intenso, volver después de las vacaciones a la rutina de los entrenamientos y ponerse nuevos objetivos?

-Empiezo la semana que viene ya (por mañana) y tengo muchas ganas de hacerlo. Llevo ya tres semanas... no parada, pues siempre hago un poco de deporte, pero no es lo mismo que entrenar cada día. A veces te falta un poco esa rutina y centrarte otra vez en entrenar y en estudiar. Es una cosa que haces diariamente que no hace mucha gente pero que cuando dejas de hacerla... pues como que se echa de menos. Y creo que es importante desconectar después de la temporada, disfrutar de lo que ha pasado y pensar en lo que puede hacerse mejor y aprender de lo que no se ha dado tan bien.

-¿Qué aficiones tiene para distraerse en vacaciones?

-Me gusta ir a la playa, sobre todo. Me relaja mucho y así también entreno un poco... Bueno, nado un poco, no entreno. No sé, tampoco tengo preferencias. Me adapto al plan. Si tengo que ir a la playa, voy a la playa; si tengo que quedarme en casa, me quedo. Creo que lo imperante es desconectar, estar con tus seres queridos y disfrutar.

-¿Ha sido su mejoría de los últimos años más en el apartado mental que en el puramente técnico y físico?

-En el aspecto físico intento cada año mejorar la fuerza, intento estar más delgada, mucho más fit, como se diría ahora. Mentalmente, llevo como seis años con el mismo preparador y creo que es importante la evolución desde que empecé hasta ahora. Es importante porque la natación es un deporte que exige en lo físico, pero el apartado mental es un factor determinante en una final olímpica, por ejemplo, pues ahí las ocho que llegan están igual de preparadas, pero la que gana es la que mentalmente ha trabajado más. Creo que, efectivamente, es una parte muy importante.

-¿Se considera una de las nadadoras más completas del mundo?

-Últimamente se ha puesto de moda nadar muchas pruebas y tocar muchos estilos. Creo que es bonito, pues así la gente explora sus límites y sabe también que puede hacer pruebas que a lo mejor a priori no había pensado. Es una forma muy interesante de competir y de saber hasta dónde puedes llegar. Hay gente que a lo mejor nadamos cuatro o cinco pruebas en un día y es agotador, pero es un modo de saber hasta dónde puedes llegar.

-Si tuviera que apropiarse de una cualidad de Ledecky o de Hosszu, sus máximas rivales, ¿qué les quitaría?

-No sé. Somos bastante parecidas, tenemos la misma ambición y lo que nos diferencia son los físicos. Ledecky es superalta y está superfuerte. Yo no soy muy alta ni tampoco soy muy fuerte. Cada una tiene que sacar sus armas y hacerlo lo mejor posible.

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