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El factor británico

  • Freeland y Archibald se alían en el último cuarto para acaparar la anotación cajista y propiciar una sufrida victoria ante el Granada · Un triunfo hoy ante el Cajasol (19:30) otorgaría la sexta Copa Andalucía

Si el pasado lunes el Unicaja dio la bienvenida a Giorgos Printezis, el mejor en la victoria ante el Estudiantes, ayer fue el turno de hacer lo propio con Joel Freeland. Desapercibido y lastrado por unas molestias físicas hasta ahora, el inglés compareció al fin en Puente Genil (19 puntos, 7 rebotes y 19 de valoración) para comenzar a ponerse galones. Fue clave en el triunfo cajista ante el Granada gracias a un gran último cuarto en el que encontró como aliado al otro británico del equipo, Robert Archibald (17 puntos, 4 rebotes y 21 de valoración). La combinación británica más los primeros destellos serios de Terrell McIntyre (15 puntos, 7 asistencias y 17 de valoración), cada vez más entonado, fueron, sin duda, lo más agradable de la tercera victoria de pretemporada.

Tuvo el Unicaja, sin embargo, que remar a contracorriente merced a un comienzo frío, poco intenso y muy desacertado. Hacer frente a la inspiración de una de las caras nuevas del Granada, el norteamericano Robert Kurtz, un martillo pilón durante el primer cuarto, al acierto de los de Trifón Poch desde los 6,75 (4/4 en el primer acto) y, sobre todo, a su pésima labor bajo los aros a la hora de cerrar el rebote (13 rechaces nazaríes, siete ofensivos, por sólo tres malagueños en los primeros diez minutos), una de las grandes debilidades que han quedado al descubierto en estos primeros cuatro partidos.

La salida de Archibald, a la postre gran protagonista, y el plus defensivo que supone tener en la pista a Rafa Freire comenzaron a rescatar al Unicaja, que veía cómo el Granada mandaba con facilidad (20-12, 30-21). Pero fue McIntyre el que metió definitivamente a los de Aíto en el encuentro. Por un momento, aparcó su la labor de distribuidor y ejerció por primera vez como ejecutor. Dejó la batuta y cogió el fusil para anotar siete puntos consecutivos, triple incluido, que comprimieron el duelo antes de que un triple de Tripkovic propiciara la primera renta malagueña en todo el partido (32-33).

Parecía el momento de inflexión. Así lo entendió Saúl Blanco, que aprovechó los primeros minutos del tercer periodo para demostrar que es otro, que con acierto o sin él, ha aparcado las dudas y temores de antaño. Le falta consistencia, pero una ráfaga suya otorgó la mayor diferencia cajista del choque (38-43) hasta ese momento. El Unicaja se atascó entonces en ataque. El Granada lo aprovechó para retomar el mando y Aíto, para probar cosas, como situar a Jiménez de tres y hacer coincidir a Archibald y Freeland. Funcionó mejor la segunda alternativa, con el inglés haciendo de cuatro. Y así, con la dupla británica dominando los aros, el Unicaja logró marcharse definitivamente. Un triunfo hoy ante el Cajasol otorgaría la sexta Copa Andalucía.

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