Qué mejor forma de despedir el año que con una victoria. Eso es lo que debieron pensar los jugadores del Málaga cuando Del Cerro Grande pitaba el final del partido. Y es que el equipo blanquiazul no se marchaba de vacaciones en Navidad con un triunfo desde hacía tres temporadas, cuando el entonces conjunto entrenado por Juande (Muñiz era su segundo) derrotaba al Murcia de Peiró. Por eso la alegría entre los fieles aficionados que se congregaron ayer en La Rosaleda en una tarde muy desapacible estaba más que justificada. Tanto como ver que el recién sembrado césped de La Rosaleda aguantaba a la perfección y no se levantaba a pesar de las precipitaciones de los últimos días.

En el rostro de los jugadores se dibujaba ayer la sonrisa por el triunfo logrado y por el hecho de que al término del partido se marchaban de vacaciones. La plantilla disfrutará de cinco días de descanso porque el próximo viernes se concentrará en Estepona. Ello provocará que ninguno de los futbolistas haya apostado este año por pasar la Navidad en un destino exótico. La mayoría de ellos regresará a su lugar de nacimiento, salvo los casos de los brasileños (Rossato y Weligton), que pasarán las vacaciones en Sierra Nevada y Oporto, respectivamente. Los portugueses regresarán a su país y Helder y Paulo Jorge coincidirán en Lisboa. Eliseu volverá a Angra dos Heroísmo, en las Azores, y Baha pasará las fiestas con su familia en París. En cuanto a los españoles, ninguno de ellos viajará al extranjero. Jesús Gámez, Raúl Gaitán, Jesule y Valcarce -además de Stosic- serán los únicos jugadores que se queden en Málaga. Del cuerpo técnico, Juan Ramón Muñiz alternará entre Málaga y Madrid y su segundo, Ricardo Rodríguez, se desplazará hoy a Gijón.