Málaga cF

La foto imposible

  • El palco de El Sardinero no podrá reunir este domingo a Ali Syed y Abdullah Al-Thani, inversores extranjeros que han aterrizado este año en la Liga · Comparten un sueño: colocar a Racing y Málaga en lo más alto

Los fotógrafos de El Sardinero se quedarán sin una captura histórica. Será imposible cazar juntos a Ali Syed y Abdullah Al-Thani, dos de los primeros presidentes extranjeros de la historia de nuestro fútbol. La falta será para el malaguista, que dejó de pisar suelo español tras la vista del Real Madrid a La Rosaleda. Dos dirigentes exóticos con un fin común: poner a Racing y Málaga a la altura de los mejores clubes del fútbol español.

Más allá de la Liga bipolar por el título y las portadas, se trata sin duda de dos de los personajes de los que más se ha hablado esta temporada. Aunque poco se sabe de ellos y muchas incógnitas se ciernen sobre su pasado. Apenas otros colegas, José María Del Nido, Ángel Torres o Carlos Hidalgo, pueden presumir de haber compartido palco con los dos, y es que el blanquiazul sólo ha durado cinco partidos en los palcos, mientras que el racinguista empezó a conocer los estadios patrios el pasado mes de febrero, cuando se formalizó la compra del 80% de la propiedad del club cántabro.

Mucho en común se observa entre ellos. Ambos se expresan en inglés, se hicieron cargo de la deuda del club en el momento de llegar al accionariado y han sido acusado de problemas de aval en sus pagarés. Además, intentan poner el fútbol de sus lugares de residencia, Baréin y Qatar, en los más alto. El jeque sonríe con la celebración del Mundial de 2018 y el racinguista por ahora se conforma con patrocinar a su selección. Uno es Mister Ali, el otro Sheik Abdullah.

Sin embargo, Málaga parece haber acogido mejor a su nuevo mecenas. Mientras se termina de desenvolver un complejo proyecto de desarrollo futbolero y urbanístico ("A Málaga le ha tocado la lotería con el jeque", dicen algunos de los que trabajan en sigilo con él en la ciudad), Al-Thani ya ha invertido más de 50 millones de euros en su primera campaña. La cesión del mexicano Giovanni Dos Santos en el mercado invernal es hasta el momento el único gran logro de Ali Syed, a quien le persiguen las noticas de supuestos fraudes (uno de 72 millones en Australia) y cuyos jugadores denuncian impagos a pesar de que el empresario indio repite sin cesar que ha ingresado hace semanas los pagarés correspondientes.

Mirar atrás para conocerle mejor es precisamente lo que más mosquea en el entorno del presidente del Racing. Ali afirma poseer una fortuna de 8.000 millones, aunque nunca ha figurado en la revista Forbes y en anteriores intentos de compras de clubes (Blackburn Rovers o Roma) las legislaciones lo impidieron por falta de confianza en sus negocios. Pura ironía para alguien que se dedica a comprar empresas en mala situación financiera para reflotarlas y luego venderlas. Lo hace a través de la asesoría Western Guf Advisory, que gestiona fondos de inversión, petróleo y nuevas tecnologías. Se hospeda en el hotel Real, un lujoso palacio cerca de la residencia de los Botín (en él se ha llegado a hospedar el Málaga en sus visitas a Santander) y hace una vida ostentosa. "Quiero comprar esa casa", fue de las primeras cosas que dijo al llegar a Cantabria, en alusión al Palacio del dueño del Banco de Santander.

También ha pasado por ahí el dirigente malaguista, quien, a diferencia de su homólogo, prefiere delegar el trabajo relacionado con el equipo en su mano derecha y vicepresidente blanquiazul, Abdullah Ghubn. Mucho se habló de la flota de coches de lujo del jeque, sus suculentas propinas a los trabajadores del hotel Málaga Palacio, en el que se ha hospedado durante su corta estancia en la Costa del Sol, del fastuoso Radiant, yate familiar atracado en el puerto de la capital antes de su desembarco. Igualmente, han trascendido retrasos en los pagos en Martiricos y hasta se paralizó el fichaje del lateral del Sporting José Ángel porque, según indicaron al club asturiano, Al-Thani tenía fama de supuesto falso rico (de ahí la insistencia en tantos avales para la operación). El peaje de ser millonarios desconocidos.

Ahsan Ali Syed no llega a los 40 años y de él se ha escrito que nació hasta en tres lugares distintos de la India: Andhra Pradesh, Hyderebad y Bhongir. Tampoco hay confirmación de la única fecha de nacimiento que de él se ha conocido: 23 de abril de 1973. Sí está probado que los negocios le diversifican entre Baréin, Zug (Suiza) y Santander. Su capacidad de atracción es indudable: ha intimado bien con el presidente de Cantabria, el afable Manuel Revilla. Más poderosa aún parece la de Abdullah Bin Nasser Al-Thani (Doha, Qatar, 29 de septiembre de 1969) que en el poco tiempo que ha estado en España ha logrado reunirse con el lehendakari, el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, y ha llegado a sentar en la misma mesa a miembros de las tres instituciones dueñas de La Rosaleda (Ayuntamiento, Diputación y Junta).

Son sus primeros capítulos en la primera plana del fútbol. Las miras ambiciosas de ambos tendrán que esperar al menos un año. Si es que los dos consiguen la permanencia, que este domingo cruza sus caminos. Mister Ali repetirá su ritual del fin de semana: tomará un vuelo desde Baréin para, más o menos unas siete horas después, pisar suelo español y salir disparado hacia El Sardinero. Si la cosa le va bien, celebrará los goles y el resultado con esos vítores de puños al aire y choque de manos con su séquito al más puro estilo NBA, tal y como sufrió Del Nido. El Sheik, instalado en su retiro de tranquilidad, volverá a presenciarlo a través de Al Jazeera Sports, televisión de propiedad familiar.

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