Los directivos del Málaga tenían un ojo en el partido y otro puesto en el estado de salud del consejero José Carlos Pérez, quien a la hora del choque continuaba luchando por su recuperación en el hospital Clínico de la ciudad. Su evolución continúa a paso lento. Había dado un gran paso cuando lo subieron a planta. Sin embargo, una complicación pulmonar le devolvió a urgencias. Según los médicos que lo tratan, para tenerlo más controlado. Al cierre de esta edición, se esperaba su mejora. El nuevo listón puesto por los especialistas se había fijado para la madrugada de ayer, 48 horas de su ingreso.

Ayer volvió a ser otra jornada tensa al respecto. Los dirigentes del Sevilla desplazados hasta la Costa del Sol entendieron el aplazamiento de la comida de directivos y se pusieron en manos de sus homólogos. Los del Málaga volvieron a estar cerca del directivo blanquiazul y sus familiares. Pérez continúa en estado de semiinconsciencia. Atiende a estímulos y escucha todo lo que se le dice, aunque los progresos no son tan rápidos como muchos esperan.

Vía telefónica con Fernando Hierro, tanto el jeque, Abdullah Al-Thani, como su segundo, Abdullah Ghubn, están al tanto de cuanto sucede. Hoy, en función de las noticias de su estado de salud, se empezará a estudiar cómo reestructurar el funcionamiento del club. Los dueños del Málaga, que tenían previsto desplazarse en breve a la ciudad, estudian adelantar su regreso. Los jugadores portaron una camiseta de ánimo anoche.