Bayern Múnich-Unicaja

Que llegan los alemanes (82-68)

  • El Unicaja se marcha de Múnich con una derrota amplia en un partido en el que no tuvo opciones y distó de alcanzar su mejor versión.

La conclusión fundamental de la visita del Unicaja a Múnich es que el Bayern es tan buen o mejor equipo que el Unicaja. Así lo reflejó el marcador (82-68) y el desarrollo del partido. Los alemanes coquetearon repetidamente, algún oro en Eurobásket mediante, con el ascenso, pero han llegado a la superélite europea para quedarse. Nowitzki fue la lanzadera y lo llevan advirtiendo los distintos agentes del baloncesto, con una pujante Liga y una floreciente inversión que permite atraer jugadores de calado.

El Unicaja realmente no tuvo opción de ganar en Múnich. Por momentos fue pisoteado por el Bayern de Pesic, a veces sacó la cabeza. Pero pocas cosas positivas que rascar. Los debuts oficiales de Toolson, hiperrevolucionado, y Nguirane. Y poco más. Los parámetros cambian, Montepaschi y Zielona son los que hay que tumbar para asegurar el Top 16, lo que confiere categoría de trascendente al duelo del próximo jueves en el Carpena contra los toscanos.

Svetislav Pesic llegó a Barcelona y ganó la primera Euroliga de la historia para el cuadro azulgrana, logro que llevaba varias décadas esperando. Cierto es que le montaron un equipazo, con Jasikevicius, Bodiroga y Fucka, más Navarro, De la Fuente o el malagueño Nacho Rodríguez. Pero consiguió el santo grial. En Múnich le han encargado una misión menos concreta pero igual de ambiciosa. Hacer que el Bayern de las canastas emule al de las porterías. Su hijo Marco es el director deportivo y le ha disñeñado un equipo curioso, con lo más granado de la Liga de Alemania y piezas golosas. Y en un escenario tan legendario como el propio Pesic, el antiguo Rudi-Sedlmayer-Halle, devenido en Audi Dome, que vio la mítica final de los Juegos de Múnich'72 que la URSS le ganó a Estados Unidos con la canasta de Belov y el alumbramiento de la entonces imberbe, y después mítica, Jugoplastika en la Final Four del 1989.

Un lugar en el que se respira baloncesto, ése que en Alemania crece como la espuma de su cerveza. El Unicaja la bebió ayer en dosis amarga, en un primer tiempo en el que fue zarandeado como hasta ahora no se había visto al equipo de Joan Plaza, siempre a rebufo, pronto con diferencias superiores a los 10 puntos, sin la capacidad defensiva habitual, sin el salvoconducto para correr y generar canastas fáciles, alfa y omega del técnico catalán. Cuando la intensidad es inferior a la del rival el Unicaja sufre porque no le sobra el talento. Y Pesic había estudiado a la perfección el encuentro. No permitía tiros ni circulaciones cerca del aro. Dejaba terreno para el triple y ahí el equipo malagueño cojea, como le delata ese poco más del 20% (6/27 ayer) que promedia partido tras partido. La maraña tejida por el maestro serbio no era descifrada por el Unicaja.

Introdujo pronto Plaza a Toolson, que falló, precipitado, sus cinco primeros lanzamientos para, al sexto intento, meter un triple. Intentó cosas, pero recibió 26 puntos en el primer cuarto. Sacó pronto a Fran Vázquez, pero el gallego, titán defensivo en los últimos encuentros, pronto se cargó con dos faltas. Colocó a Suárez de cuatro porque Hettsheimeir estaba en babia y Sabonis pareció superado en un par de jugadas, pero tampoco. Delaney mandaba en el ritmo del partido, el protonowitzki Robin Benzing metía desde fuera y el orondo pero talentoso John Bryant, como extraído del baloncesto ochentero, generaba y culminaba. Con Granger cambió un poco el aire del partido, con ocho puntos y un poquito más de claridad. Perdía el Unicaja por 16 puntos (33-17) y rebajó a nueve (34-25). Pegó otro estirón Schaffartzik (43-26) y Plaza respondió colocando como pivots a Domas Sabonis y Maodo Nguirane. Casualidad o no, un parcial de 0-6 para acabar y dejar abierto el duelo (43-32). El senegalés jugó sus primeros minutos oficiales con la camiseta del Unicaja. Intimidó en un par de acciones, su imponente físico es la máxima cualidad que exhibe en el Clínicas.

La respuesta del Bayern tras el descanso fue un parcial de 6-0, así que tocaba remar río arriba de nuevo. La doble D, Delaney-Djedovic, lo ponía complicado, pero el Unicaja, tras el resbalón, emprendía una minuciosa remontada, punto a punto, con actores diferentes. Ahora una arrancada de Dragic, ahora una buena defensa, más tarde un triple de Toolson... Pero un triple matador a tabla de Taylor ponía los 13 puntos de renta a final del tercer cuarto (67-54).

La sensación era que el Bayern gobernaba el partido y que el Unicaja no acertaría a meterle mano. Una llamarada con triples de Suárez y Toolson permitió bajar de la psicológica barrera de los 10 (73-66) después de medio partido detrás, pero entre triples fallados y rebotes defensivos concedidos se deshilacharon las últimos opciones de un Unicaja menor, inferior al Bayern, aunque negara el palizón. Fue una derrota dura, que recuerda el trayecto que queda por delante para conseguir el acceso al Top 16.

FICHA:

BAYERN MÚNICH: Delaney (19), Djedovic (16), Savovic (4), Benzing (13) y Bryant (6) -cinco inicial-; Troutman (4), Schaffartzik (8), Thompson (-), Staiger (3), Idbihi (-) y Taylor (9).

UNICAJA: Calloway (12), Dragic (9), Kuzminskas (-), Hettsheimeir (8) y Stimac (4) -cinco inicial-; Granger (14), Vidal (3), Toolson (11), Suárez (5), Sabonis (-), Vázquez (2) y Nguirane (-).

PARCIALES: 26-15, 17-17, 24-22, 15-14.

ÁRBITROS: Lamonica (ITA), Dozai (CRO) y Jersan (SLO). Eliminaron por faltas personales a Ibdihi, Benzing y Bryant por parte del Bayern de Múnich.

PABELLÓN: Audi Dome. 5.940 espectadores.

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