La primera lesión muscular de Joaquín en la temporada le tuvo fuera entre las jornadas 12 y 14. Regresó con 45 minutos ante Osasuna, puesta a punto para su esperadísimo regreso a Mestalla. Brilló allí el exvalencianista con regates eléctricos arrancando desde la izquierda y alzándose como el futbolista más desequilibrante de la primera mitad. Igualmente de allí se trajo las molestias que derivaron en la primera recaída. Coincide que, desde entonces, el Málaga sólo hace que perder a domicilio.

No existe una conexión científico entre su ausencia continuada y los malos resultados, sí una clara añoranza a uno de los jugadores más experimentados, desequilibrantes y amenazadores cuando el equipo pasea la equipación lejos de La Rosaleda. Han sido muchos los encuentros en que Joaquín se echó el equipo a la espalda a domicilio. Ahí están los precedentes de Sevilla (al alimón con Cazorla), Betis, Mallorca y Valencia. Con él hay motivos para pensar en la mejora de cara en próximas salidas, también en la aportación de mejores centros para los señalados delanteros del plantel blanquiazul.