Josué Mena es el primero en llegar a la redacción de Málaga Hoy. Tímido, de cierto aire inocente, asiente con una sonrisa cuando se le pregunta si le sorprendió el éxito conseguido en el último Campeonato de España en pista cubierta celebrado en Sevilla. A los pocos minutos se persona Óscar González, ataviado con una cazadora de motociclista y la cara opuesta a Mena, hablador y dicharachero, como si te conociera de toda la vida. Pasa un rato y ambos todavía esperan a Borja Vivas, el único que queda por venir, pero éste se encuentra en las pistas de Carranque porque se ha equivocado con el lugar del encuentro. Mena y González se ríen con el error, pero Vivas, con educación extrema, se compromete a llegar cuanto antes si el aparcamiento del centro de Málaga se lo permite. No pasan ni diez minutos, porque su padre, el padre del sucesor del mítico Manolo Martínez, le trae para que pueda cumplir con su cita. Ya están los tres, los tres que elevan el nombre de Málaga a las cuotas nacionales del atletismo.

Y es que el trío malagueño triunfó el pasado fin de semana bajo techo. Mena logró la plata en 200 metros, González el oro en heptathlón y Vivas otro metal dorado en lanzamiento de peso. Esta última victoria fue una de las más sonadas, ya que ponía fin a la hegemonía de Martínez, dominador absoluto en peso durante los últimos 16 años de forma ininterrumpida.

"Mi objetivo era ganar, pero no me lo esperaba. Tampoco pienso mucho en que sea el fin de nada, porque a Martínez le queda cuerda para rato", explica Vivas, al que secunda Mena en cuanto a felicidad por la presea, la primera nacional tras su doble rotura en el talón de aquiles: "Estoy contento y sorprendido, porque hacía dos años que no competía en pista cubierta, algo que nada tiene que ver con el aire libre. Pero terminé a poco de mi marca personal y logré una medalla, sin duda, la que mejor sabor de boca me ha dejado".

González, por su parte, no comparte el mismo poso de satisfacción infinita tras su concurso en Sevilla: "Logré el objetivo a medias. Quería ganar, pero también hacer los puntos necesarios para ir al Europeo de Turín. No sé cuándo salen las listas, pero no me voy a molestar en mirar porque sé que no iré".

El que parece que sí estará en la capital del Piamonte es Vivas, que participaría en su primer torneo internacional. Por si acaso, prefiere no hacerse ilusiones, aunque sabe que el panorama es distinto y los focos ahora lo iluminan a él. "Es verdad que noto más presión y que la gente está más pendiente de mí. Yo lo agradezco, pero cuesta acostumbrarse al principio. Además, Martínez va a mejorar cada semana, seguro, y yo tengo que habituarme a rondar los 20 metros", señala.

González le replica diciendo que se comerá al leonés "con papas", pero se pone serio respecto a su futuro. "Prefiero pensar año a año. Eso sí, mi próximo reto es poder estar en el Mundial de Berlín este verano haciendo el decathlón. Trabajaré para ello, pero habrá que ver cómo me responde el cuerpo", asevera el del Atletismo Málaga.

Similar objetivo tiene Mena, que podría acudir también a los Juegos del Mediterráneo. Registrar una marca para obtener el billete a Berlín es posible para el del Nerja, aunque su meta está en volver al ser el mismo que hizo una mínima olímpica hace dos años (20.75 en 200 metros): "Me llegaron a decir que quizá no podría caminar bien tras la lesión, pero me recuperé y creo que puedo recuperar el tiempo. Sólo tengo 25 años y ahora tengo una nueva oportunidad para demostrar que puedo correr como antes. Desde luego, yo me encuentro muy bien y con ganas".

En el horizonte, cómo no, unos Juegos Olímpicos, el sueño de todo deportista, aunque a González le pille lejos, como él mismo asegura. Mientras tanto, no hay quien discuta que el atletismo en Málaga son ellos.