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De mitos y realidadesFuturoElogios

  • Los jugadores del Málaga desmontan la leyenda que acompaña al vetusto estadio de Ipurúa desde hace unas décadas · "La verdad es que es más mítico que otra cosa", asegura Antonio Hidalgo

"La verdad es que Ipurúa es más mítico que otra cosa". La frase la pronunciaba ayer Antonio Antonio Hidalgo y resume la opinión del vestuario blanquiazul sobre el vetusto campo eibarrés. El propio técnico del Eibar, Javier Mandiola, admitía su "hartazgo" por el hecho de que siempre que un equipo visita Ipurúa el debate de la semana gira en torno a las dimensiones del estadio. Lo cierto es que el terreno de juego eibarrés es sólo dos metros de largo inferior al de La Rosaleda, 103 por los 105 del estadio de Martiricos.

Lo que sí destacan los futbolistas que han jugado en Ipurúa es que las gradas están muy pegadas al terreno de juego, por lo que la presión de los aficionados, aunque sólo acudan unos 2.000 espectadores como media, se hace mayor. Además, las viseras de las gradas del estadio se elevan a muy poca altura, lo que provoca que la resonancia del estadio sea aún mayor.

Todos esos factores hacen que los equipos que visiten Ipurúa señalen este partido en el calendario con cierto recelo, como confesó ayer Antonio Hidalgo: "Ellos cuentan con la baza de que los equipos que van allí tienen miedo a la atmósfera del estadio. Son un equipo muy aguerrido, tienen esa cultura de trabajo, pero es un conjunto que ha mejorado mucho en lo técnico".

El otro mito que acompaña al Eibar es su concepción casi primitiva del juego. Sin embargo, en los últimos años su patrón futbolístico ha evolucionado y ha dado paso a un fútbol más elaborado que presta más atención al cuidado del balón. "No es un cambio de tendencia, sino que simplemente nos adecuamos a las características de los jugadores. Se ha dado la circunstancia de que en los últimos años hemos tenido una hornada de futbolistas diferente a la de las últimas décadas", mantiene Mandiola.

Esa teoría ya fue confirmada el miércoles por Muñiz, que aseguró que este Eibar no era el de hace unas décadas. Ayer, los jugadores del Málaga elogiaban el partido que el conjunto armero disputó en la primera vuelta. "En casa fue un partido muy complicado y esta semana hemos trabajado mucho para preparar bien el encuentro. Sabemos que será un campo complicado y que el rival nos va a poner las cosas complicadas", señaló Weligton, que mañana tendrá mucho trabajo para contrarrestar el juego aéreo del Eibar.

Muñiz, consciente de que la batalla estratégica del partido se puede decidir en el centro del campo, está meditando la posibilidad de volver a alinear el trivote formado por Carpintero, Apoño y Antonio Hidalgo. La baja de Calleja por sanción será cubierta en el extremo izquierdo por Eliseu, aunque el centrocampista madrileño actuó ante el Castellón en la medular. Por ello, puede ser Apoño el jugador que entre en el centro del campo para reforzar las labores de contención del equipo.

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