Son días de indefinición sobre el futuro de Joel Freeland. El acuerdo que había perfilado para revisar el vínculo no se rubrica y se ha abierto la puerta a una posible salida en el verano si alguien paga su salida. En cualquier caso, el futuro de Freeland, si no es a corto plazo, que puede ser, pasa por acudir a la NBA. Y ayer, pese a que estaba mermado físicamente, estaba en las gradas el jefe de scouting internacional de los Blazerss de Portland, el equipo que detenta los derechos del jugador británico para militar en la mejor liga del mundo. Es un habitual inquilino del palco del Carpena, incluso antes ya de que viniera Freeland. Se da la circunstancia de que Portland también posee los derechos NBA de Víctor Claver, jugador del Valencia Básket, lo que hacía especialmente oportuna ayer la visita del representante de la franquicia de Oregón, que no desiste y sigue pensando en Freeland para reforzar su juego interior, incluso el próximo verano tras los Juegos Olímpicos.