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Un punto de orgullo para el Athletic

  • El Villarreal, muy superior gran parte del encuentro, se dejó dos puntos ante un rival que tiró de casta al final

El Athletic Club y el Villarreal firmaron un empate que no satisface a ninguno de los dos equipos, al bilbaíno porque no le permite alejarse de la zona de descenso y al castellonense porque no lo acerca a los puestos de Liga de Campeones. No obstante, la igualada que certificaron los goles de Trigueros, en la primera mitad, y Aduriz, en la segunda, no es mal premio para ninguna de la dos partes, la rojiblanca superior en entrega y espíritu, y la amarilla en control y ocasiones.

El Villarreal, que desperdició antes un claro penalti de Iturraspe sobre Jaume Costa por la parada de Kepa al lanzamiento de Trigueros, abrió el marcador en una acción que inició y acabó el centrocampista. Fue un duro disparo desde el borde del área al que no llegó Kepa.

Aduriz logró su décimo gol de la temporada, el quinto en Liga, rematando de cabeza, a su estilo, un centro de Balenziaga casi desde el córner izquierdo.

El Athletic arrancó con ánimo de hacerse con el balón y dificultar las cosas en la salida del esférico a un Villarreal que concedió varios córneres seguidos en los primeros minutos.

Un par de remates de Aduriz confirmaron esa dinámica rojiblanca. Pero el Villarreal hizo daño en su primera llegada. Una colada por la banda izquierda de Jaume Costa que frenó Iturraspe de una manera un tanto ingenua dentro del área. Costa pudo acabar tirándose, pero el penalti, con una bota del medio centro local tocando la rodilla del lateral izquierdo visitante, no tuvo demasiada discusión. Sin embargo Kepa detuvo en dos tiempos el disparo de Trigueros.

No acertó en la primera el conjunto de Calleja, pero sí en la segunda. Una jugada que nació en los pies de Trigueros en la banda izquierda y que terminó él mismo con un disparo junto al palo desde la frontal tras pasar por Fornals y Mario, autor del pase.

Aún tuvo una tercera ocasión el Villarreal en una media chilena a la media vuelta de Bacca que Kepa despejó en la escuadra, donde caía el balón llovido del remate.

Salió de nuevo decidido el Athletic, muy apoyado por su público, que entiende la situación delicada por la que pasa. Córdoba se encontró con la cruceta en un fuerte e intencionado disparo. El Villarreal también respondía, pero no terminó de cerrar el partido a la contra y lo quiso enfriar con largas posesiones. Pero el Athletic tiró de arrestos y en uno de sus arreones logró el empate con un gran cabezazo de Aduriz.

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