Punto sufrido el que consiguió el Estepona en el Alfonso Murube, aunque no se pudo saber hasta el final de la jornada si iba a ser o no suficiente. El enfrentamiento entre Poli Ejido y Betis B iba a marcar un nuevo horizonte en la lucha por evitar el descenso, y así fue. La victoria de los almerienses, deja a los rojillos a dos puntos de la promoción, que marca el Lorca Atlético, rival de la última jornada de los esteponeros, mientras que la salvación, marcada por el Alcalá, se aleja ya a cinco puntos.

En definitiva, el punto cosechado ante el Ceuta es positivo, pero los de Antonio Montero desaprovecharon una nueva oportunidad de acercarse a la permanencia. Sumaron su segundo empate consecutivo, y ya sólo quedan quince puntos por disputarse. El cerco empieza a cerrarse y el límite se ha marcado para la próximo jornada. El sábado visita el Muñoz Pérez un San Roque que sigue peleando por acceder a los play off, algo que le queda ya muy lejos al Ceuta tras el tropiezo de ayer ante el conjunto rojillo. Curiosamente, los esteponeros han sido uno de los pocos equipos que han conseguido ganar en el Municipal de Lepe, y el sábado, no queda otra que volver a repetir la machada en casa.

Por momentos, le faltó fortuna al Estepona, que llegó a disfrutar de una clarísima ocasión en el último minuto de partido. Una buena contra de Pedro, que dejaba solo a Cabello ante Fock, pero el delantero malagueño no controló bien y acabó desperdiciando una de las mejores ocasiones del encuentro. Nene consiguió maniatar a la perfección a un Ceuta al que se le están atragantando sus últimos encuentros en casa, y cuyo entrenador comienza a estar muy discutido, después de quedarse casi sin opciones de ascenso, tras los últimos pinchazos cosechados en el Alfonso Murube ante equipos de la zona baja de la clasificación.

El Estepona trabajó bien, y consiguió meter el dedo en la llaga caballa, pero no pudo sumar un triunfo que habría significado dormir en puesto de permanencia durante toda la semana. El viento fue el protagonista invitado de un encuentro al que no le faltó la emoción y la polémica. Cada uno tiene su mérito, y buena parte de la culpa de que el conjunto rojillo siga con vida a falta de cuatro jornadas para el final. El guardameta le paró una pena máxima a Guzmán y mantuvo en el partido a su equipo justo cuando peor lo estaba pasando ante la insistencia ceutí.

En la segunda mitad, Nene buscó más mordiente arriba e introdujo a Pedro y Cabello en el terreno de juego. Con ambos jugadores sobre el césped, el Estepona ganó en profundidad y creó varias acciones de peligro. La primera terminó con una falta al borde del área, después de que Fock, el guardameta local, tocara el balón con la mano. Posteriormente, Pedro no conseguiría remachar una buena ocasión. Los minutos pasaban y el punto cobraba más validez para los visitantes, y generaba más ansiedad en los locales. Tanto, que en los instantes finales, el equipo rojillo rozó la heroica. Con la defensa ceutí desguarnecida, Cabello no tuvo encendido el piloto de killer.

Al final, empate que sabe a mucho y a la vez a poco. El tiempo dirá si lo conseguido en Ceuta sirvió para mantener al equipo un año más en Segunda B. De momento, vale para seguir creyendo una semana más.