Ni ellos mismos se lo podían creer. Cuando los alumnos de la Escuela Deportiva Municipal (EDM) de waterpolo acudieron a su habitual clase del viernes, no imaginaban que los jugadores de la selección española, sus ídolos, iban a entrar por la puerta poco después de que lo hicieran ellos.

La piscina de Teatinos, en la Universidad de Málaga, fue el pasado viernes un hervidero de emociones. Y es que los más pequeños pudieron jugar, reír y divertirse con los más grandes del deporte nacional que, además, les enseñaron algunos de sus trucos para llegar a lo más alto del waterpolo internacional.

Camisetas, balones, gorros y demás utensilios que los pequeños llevaban a su entreno vespertino con el club fueron autografiados por los jugadores de la selección. Guillermo Molina, jugador que formó parte del equipo del Real Club Mediterráneo hace algunas temporadas, fue una de las estrellas del día y de los más solicitados por los niños.

Iván Pérez, uno de los capitanes del conjunto nacional español, fue sin duda el más cercano a los alumnos. Desde primera hora de la tarde, el jugador demostró su complicidad con los niños malagueños, haciéndoles reír y enseñándoles secretos de este deporte que dejaron a los integrantes de la escuela sorprendidos.

Ejercicios de estiramientos guiados por algunos de los jugadores fueron sólo una parte de las actividades que los alumnos y los internacionales realizaron juntos, estando siempre los más pequeños muy atentos a cada uno de los gestos que sus ídolos hacían.

El momento de las fotos fue sin duda uno de los más esperados por los jóvenes, que hicieron uso incluso de teléfonos móviles para inmortalizar el momento con la intención de poder mostrar luego a familiares y a amigos que conocieron a los miembros de la selección española de waterpolo. Al final de la tarde, mayores y niños acabaron sentados en las gradas de la piscina comentando el día.