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Que siga la fiesta

  • Arriba El Unicaja, con el regreso de Carlos Jiménez, intenta prolongar su racha de cuatro triunfos consecutivos ante el meritorio DKV Joventut, rival directo en la pelea por el acceso al 'play off'

La fiesta es el clima de optimismo que se respira en el Unicaja después de cuatro victorias consecutivas. Hacía casi un año que no se veía una secuencia igual en Málaga. Pero la fiesta se puede acabar rápido, no se puede olvidar que este equipo, hasta ahora, no había sido nunca esta campaña un prodigio de regularidad y fiabilidad. Ser consistentes es, por ejemplo, el primer tiempo de Valladolid. Lejos de su mejor nivel, del que mostró en el segundo, el Unicaja se tuvo en el partido, sin perderle la cara aunque no estuviera redondo.

Llega un DKV Joventut muy meritorio. En medio de una ruina económica importante, en ley concursal, la venerable Penya, que esta semana ha cumplido 81 años sigue peleando de forma admirable por el play off. Ha sacado adelante los dos últimos encuentros de manera agónica. Tiene apenas ocho profesionales tras las graves lesiones de Carl English y Henk Norel. Los jóvenes Ventura y Todorovic completan un grupo que ya cuenta con otros veinteañeros como Franch, Pere Tomàs o Jelinek. O sea, las raíces más un trío que aporta fibra negra y explosividad, formado por Robinson, Hosley y McDonald. Trias da un poso de experiencia y sabiduría. Pepu Hernández es el alquimista. Es el equipo que más puntos encaja de la ACB y el segundo que más anota tras el Caja Laboral. O sea, juego alegre, muchas posesiones.

Pepu entrenó a tres jugadores del Unicaja (Berni-Jiménez-Garbajosa) cuando España fue campeona del mundo en 2006. Se vinculó en su día a Pepu con el banquillo cajista. Su labor en Badalona refuerza su crédito en el trabajo de clubes.

El Unicaja, ya se ha dicho, no puede caer en la complacencia. Lo recuerda Mateo, también los jugadores, cuando se les cuestiona. Ante el Bilbao se jugó un partidazo, ante el Madrid se giró el mapa y en Valladolid se exhibió una entereza no mostrada antes. La línea es ascendente, eso no se puede negar. Pero queda por remar. "Seguramente si dentro de tres jornadas seguimos en esta misma línea podemos pensar en más cosas. Ahora mismo debemos tener los pies en el suelo y pensar que hemos estar en play off, que es nuestro objetivo prioritario", dice con mesura Chus Mateo, al que se ve cómodo como primer espada.

Con la recuperación de Freeland se ve el panorama más tranquilo. Ilusiona ver a Garbajosa de nuevo, a Jiménez de vuelta, el buen estado de Gerald Fitch, que promedia en la secuencia victoriosa de cuatro partidos 20.5 puntos por encuentro. Se espera ver una mejor versión de la pareja de bases, más consistencia. En fin, rodar al equipo para escalar posiciones y certificar la presencia en el play off. Si se puede superar la renta de cuatro puntos (87-83) por la que se perdió en Badalona se distanciaría al rival a dos triunfos más el average. Con apenas 500 entradas a la venta, el Unicaja ha vuelto a enganchar al aficionado medio a la causa. Se trata ahora de no defraudarles y adherir fieles a la causa. Que siga la fiesta.

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