Liga de campeones

Los suplentes del Atlético de Madrid empatan en casa del Zenit (1-1)

  • Adrián marcó el gol español en el comienzo de la segunda parte y Toby Alderweireld hizo el autogol que puso las tablas definitivas.

Un Atlético de Madrid lleno de suplentes empató 1-1 en su visita al Zenit de San Petersburgo, que casi agradeció un resultado que le complica su continuidad en la Liga de Campeones. Adrián marcó el gol español en el comienzo de la segunda parte y Toby Alderweireld hizo el autogol que puso las tablas definitivas en un partido en el que el Atlético de Madrid, ya clasificado como primero de grupo a los octavos de final, fue mejor.

Nada pasó en la primera parte. El Atlético de Madrid hizo poco por atacar, pues no le urgía, y el Zenit nunca encontró soluciones en ataque. Tropezó una y otra vez con el muro defensivo visitante, tan ordenado como acostumbra. Y eso que el Atlético de Madrid comenzó sin apenas titulares porque ya tenía en el bolsillo la clasificación y el liderato de grupo. Pero todo el plantel rojiblanco tiene tan bien asimiladas las ideas de Diego Simeone que su impronta es similar juegue quien juegue.

El Zenit jugó angustiado desde el comienzo, pues el triunfo le era imperativo. Y a medida que fueron pasando los minutos se fue desesperando al ver que las ocasiones no llegaban. La primera parte se marchó sin ocasiones claras para ninguno de los dos equipos. Muy diferente fue lo ocurrido en el inicio de la primera parte, sobre todo porque el Atlético de Madrid aplicó la máxima efectividad: primera ocasión, primer gol. Ocurrió a los 53 minutos, en una excelente maniobra de Raúl García, centrocampista reconvertido en delantero para la cita. Atrajo a sus defensores en la medular y supo ver el demarque al hueco de Adrián, quien se fue hacia el arco como un rayo y marcó con clase. Y tres minutos después pudo engordar la cuenta el propio Raúl García, con un precioso disparo por encima del arquero que dio en la parte superior del larguero.

Si el Zenit ya estaba desconcertado con el empate, la confusión se duplicó con el tanto del Atlético de Madrid, que suele desesperar a su rival con su despliegue físico y orden defensivo. El conjunto de Simeone pasó a jugar con los nervios de su rival. Además, no hubo noticias de Hulk, el futbolista más importante del equipo ruso. Pero como el error humano existe en el fútbol, llegó el empate. El Atlético de Madrid quiso ser protagonista de todo, incluido el gol ruso, que llegó a los 73 minutos de la manera más absurda posible. Un centro vulgar tropezó en la cabeza de Alderweireld, el balón se fue llovido en dirección al arco y el portero Thibout Courtois midió fatal. Lo siguiente fue sacar desde el centro del campo.

Fue lo último que ocurrió en el área del Atlético de Madrid. A cambio, Raúl García pudo resolver el partido con un habilidoso remate que tapó el arquero Lodygin. El Atlético de Madrid se marchó de San Petersburgo con inmejorables sensaciones, pues sus suplentes fueron mejores que los titulares del Zenit, en algunos casos multimillonarios. El equipo ruso se complicó mucho su vida en la Liga de Campeones, pues suma seis puntos en cinco partidos. Se jugará su pase en la última jornada.

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