"La inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando". La frase la pronunció Pablo Picasso y Daniel Pastor la incorporó como el lema de su despacho particular. Con esa filosofía este emprendedor economista afronta la misión de modernizar el club que le encargó Fernando Sanz en Navidad.

-Le han encargado modernizar el club. ¿Es una cuestión más de orgullo o de responsabilidad?

-Lo veo como cuestión de confianza, y que Fernando Sanz confíe en mí también me obliga. De hecho, en nuestro despacho tuvimos nuestro debate, pues esto me iba a llevar de nuevo al proceso concursal pero en su parte positiva. Tienes que dedicarle todas las semanas tiempo al club y lo asumo, pues soy de esas personas que piensa que, si no alcanzamos al menos el 50% de la suscripción, será un fracaso. Es lo que diré al grupo de personas con las que estamos trabajando. De todos modos, yo estoy convencido de que será un éxito la ampliación.

-¿Es consciente de que ya hubo un proceso de ampliación de capital para salvar al CD Málaga y la respuesta fue escasa?

-Soy consciente, tanto que en nuestra reunión de trabajo para ver las campañas que habían hecho determinados clubes e instituciones dije que recordaran que todas habían fracasado. Lo más importante es trabajar. No se puede decir voy a hacer una ampliación de capital, así que venga usted y firme. Hay que ir a captarlo, hay que ir los domingos al campo y preguntarle al abonado que si le cargamos a su cuenta una acción en el banco. Y a lo mejor si el equipo gana dice que sí. Hay que utilizar tecnología con los sentimientos y trabajar mucho. Mi padre decía que el 95% de las cosas son transpiración o trabajo y el 5% restante inspiración.

-¿En cuánto tiempo cree que adaptará el club a las nuevas estructuras que pretende?

-Depende de cómo salga la ampliación de capital. Si la cubrimos al cien por cien, el Málaga en las Navidades próximas habrá dado un giro enorme. Incluso habrá aire acondicionado en la sala de prensa. Esos pequeños detalles son muy importantes, como la organización de los despachos, que queremos que deje de ser un zulo para que la gente esté más agrupada y se visualice más el trabajo que hace. Cuestiones tan sencillas como esas son cambios para modernizar la estructura. Que funcionen mejor los sistemas informáticos, que haya mejor conexión con el abonado... Modernidad. El tema es costearlo.

-Recientemente se hizo el Museo, la Ciudad Deportiva está cada vez más cerca... Parece que ahora hay vida en el Málaga. ¿Tan vacío estaba antes?

-El club estaba antiguo y vivió un proceso concursal en muy poco tiempo. Pasamos de casi descender y casi desaparecer al año pasado rozar los puestos europeos. Este año a ver si nos consolidamos en Primera, pero estamos hablando de un proceso de tres años. Se han producido muchas cosas, lo que pasa es que el presidente del club siempre quiere un plus. Queremos modernizar el club y hacerlo más próximo a los malagueños, que son críticas que siempre se han hecho. Esta es una buena oportunidad para hacerse accionista. Nuevos proyectos hay muchos y surgen porque ahora hay personas ilusionadas, con iniciativa y capacitación técnica. El Málaga tiene activos importantes en su gestión y la idea es seguir potenciándolo. Con pocos medios la Fundación organizó el torneo de El Corte Inglés, que fue pionero y exitoso; se publicó el libro de Sandro con pocos medios y mucho esfuerzo de mucha gente, trajimos a Viberti... Hay que hacer cosas sin grandes estructuras.

-Usted venía de conocer bien el tejido empresarial y social de la ciudad. ¿Notaba que el Málaga estaba muy alejado de él?

-Lo he oído mucho, pero tampoco he visto esa iniciativa de poner el dinero encima de la mesa. No creo que sea bueno que el club se dirija desde un solo colectivo. La idea de Fernando de abrir el club a nueva gente, nuevos debates, y no sólo a una única voz es buena. En cualquier compañía es bueno que haya diversidad. Debe haber un grupo de control, pero también un 5% o un 10% que pueda aportar cosas, ver defectos y hacer otros proyectos. Es bueno que se atomice el accionariado. Ahora surge una oportunidad barata, 50 euros por acción, para que todos tengan sentimiento de pertenencia al club, ya no sólo de ser abonado, sino de ser dueño de esto. En cuestiones de marketing el Málaga es la empresa más querida de la ciudad. Quien no entienda esto no entiende del tejido malagueño. El enfado para no cenar o la tristeza par irte a dormir sólo te los da el Málaga.

-Muchos alaban la gestión del Málaga, pero el club sigue sin generar recursos propios.

-Junto a Osasuna y algún otro club, el Málaga es de los menos endeudados. ¿Cuál es el problema? Que tenemos un presupuesto corto. Pero hay claves, como los chavales de la cantera. Cada uno de ellos tiene un valor en el mercado de 5 ó 6 millones de euros. Estamos haciendo un patrimonio importante y podemos dar un salto cualitativo de presupuesto muy grande. Si el club se mantiene, podemos pasar de un presupuesto de casi 26 millones que ahora tenemos a unos 30 ó 32 sin dificultad, lo cual es un salto cualitativo importante con el resultado de esa ampliación de capital. Si con 6 millones de euros somos capaces de hacer una Ciudad Deportiva con los chavales tan brillantes que salen, imagínate la cantera que tenemos. El efecto puede ser multiplicador pero de forma exponencial, y esa es la base del trabajo, dejar al club en una situación que no dependa tanto de los resultados. Y tenemos un modelo que si el club no pudiera estar en Primera, sí con la gente de la cantera hay un buen equipo para sostenernos económicamente y mantenernos y dejar de hablar de la desaparición del club, y eso te anima al trabajo. Así, cuando tengamos que desaparecer nosotros, que esto esté de una manera más consolidada.