El Athletic Club espera encarrilar esta noche en San Mamés, en el partido de ida de semifinales ante el Espanyol, su tercera presencia en la final de la Copa del Rey en los siete últimos años.

Las lesiones de jugadores habituales en el centro del campo marcan la actualidad de su rival, que en el mes de enero dio un salto de calidad que ahora quiere apuntalar.

Ernesto Valverde no podrá contar ni con el sancionado Laporte ni con los lesionados Iturraspe y Guillermo, a los que se unió al final Balenziaga, que tuvo que ser sustituido el domingo y no está convocado.

Incluso De Marcos y Muniain, que el lunes no se ejercitaron junto a sus compañeros en la sesión de recuperación posterior al encuentro, llegan algo tocados, aunque a ambos se les presume en el once inicial.

En ese equipo titular, con Iago Herrerín bajo palos, se espera el regreso de Iraola, baja por sanción contra el Barcelona, al lateral derecho; a Gurpegui junto a Etxeita en el centro de la defensa, por la baja de Laporte; y a Aurtenetxe en el lateral izquierdo si no puede jugar Balenziaga.

De ahí adelante, las cosas también parecen claras: San José y Mikel Rico en el doble pivote, Susaeta, De Marcos y Muniain en el trío de mediapuntas y Aduriz arriba.

El Espanyol no podrá contar con el centrocampista Cañas, baja por una lesión de primer grado en la musculatura isquiotibial de la pierna derecha, ni tampoco con el central Álvaro, sancionado, mientras que el medio Abraham sigue fuera del equipo al no recuperarse de una rotura fibrilar.

Por otra parte, entran en los planes del preparador Sergio González los futbolistas del filial Joan Jordán y Pol Llonch y el lateral derecho Mattioni.

La convocatoria es de 19 futbolistas por precaución, ya que Víctor Sánchez, que ha entrado en la lista, sufre un leve esguince en el tobillo derecho. La derrota en la Liga ante el Valencia no ha afectado a la moral del vestuario catalán y la Copa ha dado alas a los futbolistas de Sergio González.