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Otro test de fiabilidad

  • Objetivo El Málaga confía en dar ante un Espanyol que lleva cinco meses sin vencer a domicilio otro paso adelante con su segundo triunfo seguido Viveros Entre ambos clubes, han debutado 17 canteranos

Mientras la lluvia amenaza con hacerse perenne en la Costa del Sol, Martiricos goza del calor de ese sol que siempre se instala en el horizonte cuando se encadenan varios buenos resultados. De ellos disfruta el Málaga, que observa lejos su última derrota, ante el Real Madrid, acaecida a finales de enero. Por entonces, Juan Ramón Muñiz ya había blindado su bloque después de tanta alquimia en su búsqueda. La idea por fin es clara y está revestida de rocosidad defensiva y orden, causas de que Munúa se encuentre a 107 minutos de despojar a Contreras de la mejor racha blanquiazul de imbatibilidad tras sumar 322 anteriormente. Así, el encuentro de hoy ante el Espanyol aparece como un nuevo test de fiabilidad para los albicelestes, quienes no olvidan que el abismo que conduce a Segunda se sitúa a cuatro nimios puntos. Tampoco olvidan que los pupilos de Mauricio Pochettino llevan cinco meses sin vencer lejos de su nueva casa de Cornellá-El Prat. Pero el mensaje repetido durante la semana deja poco espacio a la relajación.

Hay conciencia en el plantel malaguista de que necesitan dos triunfos seguidos para efectuar el despegue, "para respirar más", decía el viernes Benachour. Es un hecho que no se produce desde hace más de un año. Entonces, los de Antonio Tapia vencieron en la jornada 17, 18 y 19 de la temporada pasada (a Sporting, Betis y Espanyol, curiosamente). A partir de ahí, el Málaga no ha conseguido dos marcadores favorables de forma consecutiva.

Viene a evitarlo el Espanyol, adversario directo del conjunto de Muñiz. Comparece en el estadio de un Málaga que ha hecho suyo el sentimiento de cantera del que lleva años presumiendo la entidad catalana. Entre ambos clubes, 17 chavales han hecho su debut con el primer equipo el presente ejercicio. Algunos de ellos, consolidados en el once, incluso comparten vieja amistad, como Toribio y Baena, compañeros en La Masía. Nacido en Torrox, Baena se medirá a los primeros colores que vistió.

Se encontrará, además, a un Málaga muy cambiado respecto al que cayó en Barcelona en la primera vuelta. Por ejemplo, observará de cerca las hechuras de Caicedo, quien ya sabe lo que es golear de blanquiazul después de haber exhibido sus otras prestaciones como delantero. Va a más como el resto de un bloque del que no se espera grandes sorpresas. Muñiz repitió convocatoria salvando la inclusión del recuperado Jesús Gámez, sustituto de un Valdo que vive en un plano muy menor y su contrato no aconseja medirse a sus ex.

Así pues, el retorno del fuengiroleño al lateral derecho en detrimento del siempre cumplidor Manolo pinta como la única novedad que presentará el Málaga, habida cuenta de que ni siquiera Iván podrá hacerle la competencia a Stepanov al no ser citado por las molestias musculares que ha venido padeciendo desde mediados de la semana. Por otra parte, todo indica que el Espanyol formará con los mismos de la semana pasada. La expectación reside en conocer qué respuesta dará el césped de La Rosaleda ante tanta agua caída.

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