Levante-Málaga CF · La previa

Las travesuras de Zipi y Zape

  • El Málaga, liderado por los Samus, quiere dar continuidad al partidazo ante el Valencia en el campo del colista. Camacho se recuperó de las molestias que le frenaron en los últimos días y repetirá en la medular. La única baja seria es la de Darder.

Los Samus; uno Castillejo, el otro García. Rubio y moreno. Dos jóvenes llenos de vida que hacen travesuras y que se entienden a las maravillas. Es la misma historia de Zipi y Zape. En eso parecen haberse convertido ellos, en dos chavales con ganas de pasarlo bien que ya son referencia para miles de seguidores. Pero los gemelos que parió Escobar eran del Madrid y del Barcelona. Estos se besan el escudo del Málaga, no para posar para la foto sino porque lo llevan cosido al corazón. Se divierten con el Málaga y eso quieren seguir haciendo. Cuando ellos lo consiguen, lo hace también el equipo, y ocurren cosas como las del lunes ante el Valencia. Javi Gracia tiene que estar encima de ellos para tenerlos bajo control, pero sin las irritaciones y los castigos a los que sometía Don Pantuflo. El técnico blanquiazul sabe que ellos tienen la batuta en ataque y hoy volverá a dársela, porque son piezas básicas en su sistema. El siguiente episodio toca dibujarlo en el campo del Levante, que anda hostigado por el peso del farolillo rojo.

Su encuentro lleno de energía, que valió para recuperar la senda del triunfo y conectar con el mejor Málaga de la temporada, ha dejado el ánimo redivivo. No había mejor manera de responder a la eliminación copera que con el partidazo del pasado lunes ante uno de los cocos de la Liga. Por ahí se escribe el camino blanquiazul de aquí a final de temporada, por la ilusión de hacer las cosas bien sin pensar en límites.

Si los Samus, esa versión de Zipi y Zape en blanco y azul, entran por el ojo con su movilidad y buenas artes en la delantera, todo se amplifica mucho más con la tranquilidad que infunde la vuelta del escudo tripartito de Javi Gracia. Sergio Sánchez y Weligton de nuevo han construido un alto muro en el centro de la defensa y Camacho vuelve a pasar la escoba por el centro del campo. El maño asustó con un par de días sin entrenamiento, pero el pubis le exigía calma tras regresar al once a todo tren. Finalmente estará en la convocatoria y en el once, por lo que Javi Gracia podrá repetir equipo si es menester sacando de la ecuación al sancionado Darder, algo que hace tan sólo unas semanas se antojaba como imposible.

Más allá de las circunstancias del colista, al que se respeta tanto como al ejército de Nuno, el Málaga mira al Ciutat de Valencia como nueva lanzadera. Se encendió el interruptor del mejor juego en la última jornada y ahora el entrenador blanquiazul anda obsesionado, lógicamente, con no abandonar esa velocidad de crucero. Sólo quedará afrontar un partido por semana y ahora mismo sus mejores piezas están disponibles; la oportunidad es inmejorable para una triple meta: meter en el zurrón cuanto antes los puntos que certifiquen la permanencia, solidificar la séptima plaza y soñar con acercarse a los puestos nobles de la Liga, los que dan acceso directo a Europa.

Las perspectivas son halagüeñas, sin duda. Sobre todo porque la pasada jornada comenzó una nueva competición para el Málaga y lo hizo de la mejor manera. El bajón físico de enero empieza a mitigar y la acumulación de hombres clave en la enfermería se ha acabado por ahora. Javi Gracia y los suyos siguen hablando de permanencia, aunque ahora Mario Husillos la ha elevado a "permanencia digna". Sin embargo, del mismo modo que el calendario deja de empinarse para el Málaga, comienza a acumular partidos trascendentes para los seis equipos que hay delante en la tabla a excepción del Valencia. La Liga de Campeones, la Europa League y, en menor medida, la Copa del Rey, depararán enfrentamientos de aúpa y desplazamientos complicados a todos ellos. La Champions suena a chino, pese a que tanto Carlo Ancelotti como Unai Emery invitaron amablemente al Málaga a entrar en las quinielas. Pero el mero hecho de quedar quintos o sextos, con la de clubes con mayores recursos que hay por delante, sería para agotar las reservas de champán en la ciudad. Antes de ello hay que ganar al Levante, remozado en invierno con buenos fichajes que le dan el cartel de colista engañoso.

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