El Villarreal, muy tocado por su condición de colista en la Liga, recibió un duro e injusto varapalo en su visita al Olímpico de Roma, donde cayó merced a un gol de Rocchi en el último suspiro, justo después de una clara ocasión de Marcos Senna. Con esta derrota, el Villarreal se queda tercero del grupo G, con tan sólo tres puntos.

La primera ocasión del encuentro fue para los hombres de Ernesto Valverde, con el brasileño Nilmar que, solo ante el portero Bizzarri, rozó el 0-1. Una ocasión que se sumó a otras tres durante el primer cuarto de hora. A pesar de ello, en el minuto 20, una buena jugada de Julio Cruz fue convertida en gol por Zárate. La pujanza amarilla tuvo premio en el minuto 40, cuando empató Eguren de cabeza a centro de Capdevila. En la segunda mitad, el partido fue muy abierto, con ocasiones en ambas áreas, hasta el definitivo 2-1, que llegó con el tiempo cumplido.

LAZIO: Bizarri; Lichsteiner, Dabo (Diakhite, 46'), Baronio, Cribari; Matuzalem, Foggia (Rocchi, 76'), Radu, Kolarov; Zárate y Cruz (Mauri, 72'). VILLARREAL: Diego López; Ángel, Gonzalo, Marcano, Capdevila; Cani (Cazorla, 74'), Pires, Senna, Eguren; Nilmar (Pereira, 81') y Rossi (Llorente, 78'). Goles: 1-0 (20') Zárate. 1-1 (40') Eguren. 2-1 (92') Rocchi. Árbitro: Ivan Bebek (croata). Amonestó con tarjeta amarilla a Kolarov, Lichsteiner, Foggia, Nilmar, Cani, Eguren y Marcano. Expulsó a Matuzalem del Lazio por doble amarilla (68'). Incidencias: Olímpico de Roma.

El plan alternativo del Valencia, que jugó con un equipo alternativo y sin la mayoría de sus titulares, sólo dio para empatar en Mestalla con el colista del grupo, Slavia de Praga, en un encuentro en el que el equipo checo fue mejor en el primer periodo y el local mejoró en la reanudación. Las carencias del Valencia cuando no juegan sus delanteros titulares afloran sobremanera y sólo la entrada de Mata y Villa dieron más cohesión ofensiva al equipo en el segundo periodo, aunque no la suficiente para dar, con una victoria, un paso casi decisivo hacia el pase.

Ya en el minuto 20 dispuso el equipo checo de una oportunidad que no subió al marcador, por fuera de juego, con gran parada de Moyá incluida, pero en el minuto 27 una galopada espectacular de Hlousek desarboló a Miguel y permitió que Naumov hiciera el 0-1.

Unai Emery tuvo que poner en el campo a Mata y Villa en busca del empate, y éste llegó un minuto después de la entrada del delantero. Una falta lanzada por Pablo fue cabeceada a la red por David Navarro. Ni que el Slavia se quedara con diez posibilitó que llegase la remontada, aunque Villa y Pablo lanzaron dos veces al poste.