El marqués Vicente del Bosque es salmantino y hace vida en Madrid. Pero le gusta Málaga. Tiene casa en la Costa del Sol desde año atrás, le unía una gran relación a Juanito y la tiene con otro malagueño madridista como Manolo Velázquez y pasa temporadas en San Pedro Alcántara, donde posee un hogar en el que desconecta y se libera del estrés.

Del Bosque sale a la sala de prensa, se percibe cierta empatía con los periodistas que habitualmente cubren la información de la selección y responde a todo tipo de cuestiones. La fecha de la final de Copa, que condiciona la preparación para la fase final de la Eurocopa, la ausencia de Torres, la posibilidad de jugar con un falso nueve, piropos al rival, el estado físico de los jugadores... "Quiero que Madrid y Barcelona jueguen la final de Champions". "El calendario está imposible y entiendo a los clubes, la preparación será buena y no será una excusa". "Todo el mundo cuida de la selección, más con la etapa de bonanza que vivimos". "Aquí no hay hijos de ricos e hijos de pobres". Son algunos de los muletazos que suelta para responde. Y cuando se le cuestiona por aquel mítico 6-2 del Málaga al Madrid en el que él jugaba, otra larga cambiada: "De jugador casi no me acuerdo de nada, tampoco soy tan nostálgico. Aunque alguno ganaría también, ¿no? Por razones obvias siempre es agradable venir a Málaga. Me encuentro cómodo en cualquier lugar de España, ojalá pudiéramos estar en todos los sitios".