Unicaja | akasvayu · la crónica

Otra vez a mirar atrás

  • Problemas El Unicaja se complica de nuevo la vida tras caer ante el Akasvayu, condenado tras una segunda mitad calamitosa Superado El equipo cajista adoleció, una vez más, de ideas para superar los malos momentos

El Unicaja expiró rápidamente el soplo de aire fresco que tomó en Las Palmas hace 10 días y vuelve a sumergirse en un mar de problemas. No hay margen para la placidez, para creer en las posibilidades de un equipo errático que no alcanza la fiabilidad exigida. No lo ha conseguido en casi ocho meses de temporada y cuesta pensar que ya pueda enmendarse a estas alturas. Es un ejercicio tremendo de fe creer en este equipo.

El de ayer fue otro error que puede ser grave en el futuro inmediato y que obliga a replantearse el discurso y los objetivos. Se trata ya, definitivamente, de estar entre los ocho mejores, sin importar el puesto. Una situación impropia de un equipo confeccionado para más. Mientras el Akasvayu perdía 72 horas antes la final de la ULEB Cup en Turín, con dos partidos más de desgaste anteriormente, el Unicaja preparaba durante una semana este encuentro, el que servía para asegurar virtualmente el acceso al play off por el título. Y el discurrir del partido enseñó el reverso de la lógica. Una derrota hiriente (65-71) jalonada con sonido de viento, pitos claros, al final del partido por un público escaso en asistencia que perdió ya la paciencia. El único consuelo, que ya es triste, es que al averaje se salvó. En la ida se había ganado por 10 puntos. Pero eso no vale si no se encadenan triunfos.

Más allá de la obviedad cronológica, el partido tuvo dos partes bien diferenciadas. Una primera mitad en la que el Unicaja mostró una imagen correcta, sin aspavientos pero con seriedad, y una segunda en la que al Akasvayu no le pesó la fatiga física arrastrada, pero al conjunto malagueño sí le faltó lucidez mental. Y le pesó la presión para cerrar un partido que durante tres cuartos tuvo bajo control.

En un combate cuerpo a cuerpo entre el gran Marc Gasol y Santiago (suplente, pero pronto en pista por las dos faltas de Ndong) se libraba la batalla de la primera mitad. Superioridad cajista, con fluidez para superar la zona que ordenaba Pedro Martínez desde primera hora y puntualmente. El puertorriqueño, motivado, hacía daño a Gasol y tiraba de su equipo, ayudado por el dominio en el rebote de ataque (11 rechaces en la primera mitad) de todo el equipo malagueño. En márgenes que rondaban los 10 puntos a favor del Unicaja se movió la primera mitad, sin previsión de grandes problemas (37-28).

Pero llegó la desconexión. Gasol achuchaba (41-38), aunque dos inopinados triples de Popovic daban un colchón para aguantar hasta el último cuarto (47-38). Pero la solidez había desaparecido y el Akasvayu era otro Akasvayu. Sin mucha profundidad de banquillo y con tres conceptos bien asentados le creó un mundo de problemas a un Unicaja incapaz en ataque y flojo en defensa. Radenovic dio la primera ventaja (55-56) y ya fue partido gerundense. 0-7 de parcial, culminado por un triple de San Emeterio que ya desesperó a un público sin paciencia. El concierto de pito fue la mejor muestra de que algo no funciona, pese a la victoria de Las Palmas. Y un síntoma de que vuelve a haber problemas serios en este Unicaja.

73-83

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